Como parte de los ensayos clínicos que realiza AstraZeneca para fabricar un fármaco contra la COVID-19, también se prueba una vacuna inhalable que podría ser mucho más eficaz que la inyectable y podría ser aplicada a más gente.
El proyecto de la vacuna inhalable contra COVID-19 lo dirige el Imperial College de Londres y se basa en el hecho de que las vacunas aerosoles aplicadas contra la influenza demuestran ser mucho más eficaces que las que se inyectan.
Por ahora, sólo participan 30 personas en las pruebas de la vacuna inhalable como parte de los ensayos clínicos del fármaco que desarrolla la Universidad de Oxford y AstraZeneca, y los cuales fueron reanudados esta semana tras presentarse una enfermedad desconocida en uno de los participantes.
Mejor respuesta inmune
En entrevista para Newsweek, Chris Chiu, director de la investigación de la vacuna inhalable, explicó que pensar en este tipo de fármacos responde a que las vías respiratorias son el canal de entrada del virus y son la parte del cuerpo más afectada.
De acuerdo con los investigadores, inmunizar directamente en las vías respiratorias provocará una respuesta inmune muy distinta –más fuerte- que si se aplica a través de una inyección como suele hacerse.
“Estas superficies son muy especializadas y producen una respuesta inmune distinta a la del resto del cuerpo, por lo que es muy importante analizar si el hecho de dirigir la vacuna directamente a las vías respiratorias puede provocar una respuesta efectiva en comparación con una vacuna inyectada por vía intramuscular”, declaró Chiu.
En este documento Astra Zeneca-Oxford explican a los participantes de su vacuna contra Covid-19 que los casos en donde se sospechó una reacción neurológica grave se han descartado razonablemente por un comité independiente. La vacuna por tanto, sigue. https://t.co/9zUV9222H2
— Alejandro Macias (@doctormacias) September 16, 2020
Abarcar a más población
Por su parte, Fiona Watt, presidente ejecutiva del Consejo de Investigación Médica, declaró que las pruebas que actualmente se realizan a la vacuna inhalable son para ver si son más eficaces que las que desarrolla en paralelo AstraZeneca, pero sobre todo para saber si por este medio se puede abarcar a más población.
“Será interesante ver si una versión inhalada de la vacuna puede ofrecer una forma de protección más inmediata y si tendría ventajas al hacer que la vacuna esté disponible para grandes cantidades de personas. Esperamos con ansias los resultados del estudio”, declaró Watt.
Por ahora, la vacuna inhalable se aplica a 30 personas en dos grupos: el primero recibe la dosis recomendada y el segundo recibe dosis bajas, medias y altas para conocer su reacción.
Con información de Newsweek