Los científicos la llaman REM por sus siglas en inglés y significan movimientos oculares rápidos. Se caracteriza por registrar actividad cerebral alta, porque es la fase donde se genera un sueño, mientras que el cuerpo se mantiene en absoluta relajación. Pero ¿qué crees?, ésta ocurre regularmente 90 minutos después de quedarnos dormidos, con una duración de 10 minutos en promedio.
De acuerdo con la neurobióloga Verena Senn, al disminuir las horas de sueño en la edad adulta, podemos permanecer tan solo 20% en dicha etapa; de ahí que decimos que no faltó más tiempo para dormir, que no descansamos bien o que aún nos sentimos agotados.
Por eso es importante llegar hasta esta fase, para conseguir que el cuerpo se revitalice, restaure, mejore el estado de ánimo y se regulen las hormonas, además impulsa la parte de la creatividad, recuerda que durante la noche la mente continúa trabajando y es en ese momento que generan los sueños.
¿Has experimentado durante un sueño que gritas o te quieres mover pero no puedes? No, no es que se te suba el muerto como popularmente cuentan las abuelas, esto se debe a que nos encontramos en modo REM, donde la parte muscular no existe y el cuerpo se encuentra muy relajado.
La especialista comparte que también estimula las áreas del cerebro que se utilizan para el aprendizaje y una mejor retención de información, de ahí que se recomienda cumplir con las horas de sueño indicadas, principalmente cuando al día siguiente hay que presentar un examen.
¿Podemos conseguir un mejor sueño?
Senn, quien también es experta en el tema del sueño para la firma de colchones Emma, recomienda realizar varias acciones para que llegues a la etapa REM, mismas que evitan despertar durante la madrugada.
Así que podemos comenzar con aromaterapia, que tiene un gran impacto para lograr la relajación del cuerpo al actuar en el sistema nervioso. Solo tienes que utilizar aceite de lavanda, mandarina, manzanilla y herbal, que ayudan a liberar la tensión del organismo y mejoran el sueño.
Una opción más es aprender una técnica o ejercicios de respiración que deja atrás la tensión muscular y la ansiedad, uno de los factores que limitan el sueño. Aunque conseguir un buen colchón ayudaría y mucho.
“Solo dedicamos una tercera parte de nuestra vida al sueño, por eso se recomienda seguir cada una de estas sugerencias y no pasar por alto dormir en un buen colchón, ya que nos puede traer beneficios como aumentar la concentración, mejorar el estado de ánimo, elevar nuestro sistema inmune y evita el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares” destaca la neurobióloga.
