Para la comunidad sorda, los cubrebocas representan una dificultad mayor a la hora de comunicarse con aquellos que no dominan el lenguaje de señas, porque limitan su capacidad de lectura labiofacial. Por otro lado, quien padece hipoacúsica (baja auditiva), no logra comprender qué se le dice, debido a que este elemento de protección disminuye la voz y la forma de hablar claro de las personas que lo usan.
Ante la situación, la audióloga, otoneuróloga, foniatra Carmen Olmos Zavala, recomienda a los oyentes que hagamos un esfuerzo por alzar la voz o escribir un mensaje que faciliten el entendimiento. Además pide más inclusión en todos los niveles, para que la comunidad sorda no quede restringida al acceso de información sobre el nuevo coronavirus.
“Hay quienes solo reciben información cuando las televisoras tienen servicio de interpretación o cuando piden el servicio sin costo de videollamadas para recibir asesoría sobre el Covid 19. Sin embargo, los intérpretes solo han sido requeridos para comunicar datos generales o en auxilio de pacientes hospitalizados, que por fortuna han sido pocos”, comenta la especialista.
Empatía con la comunidad sorda
En este sentido, hace un llamado a crear unidad y conciencia para ser más incluyentes con la comunidad sorda e hipoacúsica. Es tiempo de crear una cultura auditiva en México, hace mucha falta y, para empezar, primero hay que entender las dificultades que sufren al momento de interactuar con los demás.
“Hay situaciones donde personas de la comunidad sorda no saben esta lengua ni leer ni escribir, o aquellos que ingresar a una sala de hospital sin poder permanecer con sus auxiliares auditivos debido a diversos estudios, imagínense el trabajo que les cuesta darse a entender y comunicarse. Debemos ser más sensibles con ellos”, comparte Olmos Zavala, quien además está a cargo de la Fundación CyK , que apoya y orienta a estas personas.
