Debemos empezar a identificar que los perros no nacen siendo agresivos y no hay razas de perros más agresivas que otras, pues simplemente la agresividad en los perros no se encuentra tanto en los genes sino en la educación y experiencia, por eso, los defectos en la socialización y adiestramiento punitivo o experiencias traumáticas llegan a generar esta agresividad.
El estudio de la Universidad de Bristol (publicado en inglés por la revista Applied Animal Behaviour Science), demuestra que los perros entrenados con castigo y refuerzo negativo, presentan el doble de probabilidades de gruñir o morder a extraños y tres veces más posibilidades de ser agresivos con sus familias. Así que no es la raza a la que pertenecen es la educación adecuada que tengan desde cachorro.
¿Cómo detectar y tratar la agresividad de mi perro?
Debes educarlo con un refuerzo positivo, cariño y paciencia, no debes usar el castigo como herramienta educativa, ya que esto puede disponer a nuestro perro a desarrollar problemas conductuales graves que pongan en riesgo la convivencia.
No debes culparte y al detectarlo debes actuar cuanto antes, debes aceptar que tu perro tiene un problema de conducta y de ahí partir a remediarlo. Si tu perro es muy agresivo con otros animales o personas debes acudir al etólogo veterinario.
Se trata de un especialista en el comportamiento canino, así que saben reconducir las conductas agresivas, detectando la causa de la agresividad y decidiendo el mejor tratamiento. Recuerda que te enseñará a ti y a tu perro a solucionar estas actitudes y reforzar el vínculo.
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