En México, el Día Mundial de la Libertad de Prensa tiene un contexto trágico desde hace años. En lo que va de 2022, la cifra de periodistas asesinados es de 8, mientras que las protestas por exigir justicia son el pan de cada día. Michoacán, Veracruz y Tijuana son los lugares donde se registra mayor violencia en contra de la prensa.
Siendo Tijuana, Baja California, uno de los puntos más peligrosos para los periodistas, donde la prensa ejerce su profesión con miedo y, de acuerdo con reporteros, señalan que desde hace tiempo trabajar es bastante complicado por la ola de violencia, considerando que a principios de año fueron asesinados sus colegas Margarito Martínez y Lourdes Maldonado.
José Luis Camarillo, un reportero de larga trayectoria en Tijuana señala que “el riesgo es muy fuerte en esta frontera ya que puedes estar a manos de 2 generadores de riesgo; tanto de las autoridades policíacas como del crimen organizado. E incluso de la misma ciudadanía”. Asimismo, Camarillo refiere que ha sido víctima de diversas agresiones a lo largo del trabajo que ha desempeñado por más de 40 años.
Ola de violencia en contra de la libertad de prensa
El asesinato de Lourdes Maldonado conmocionó a México, ya que además de dar cuenta del riesgo al que se someten los periodistas todos los días, también representó que ni las máximas autoridades dan respuestas claras sobre el tema y mucho menos, protección.
En marzo de 2019, durante una de las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional, Maldonado acudió para pedir protección, pues aseguró que temía por su vida. Sin embargo, nunca se tomaron cartas en el asunto.
El contexto fue que mantenía un “pleito” con el hoy exgobernadorde Baja California, Jaime Bonilla. No obstante, ni López Obrador ni las autoridades intervinieron para proteger a Lourdes Maldonado, quien unos años después fue encontrado su cuerpo sin vida afuera de su domicilio.
Y así como Maldonado, existen muchos otros periodistas que no se han cansado de exigir justicia y pedir un país sin violencia donde la práctica de su profesión no sea una amenaza constante para ellos y sus familias.
De acuerdo con Leopoldo Maldonado, director para México y Centroamérica de la ONG Artículo 19, apunta que, por lo general, los periodistas que corren “mayores riesgos” son los que cubren las regiones donde se han desatado luchas entre grupos criminales y choques contra las autoridades, como es el caso de Tijuana.
Asimismo, Leopoldo hace énfasis en que resulta relevante considerar que desde hace más de 15 años la ola de violencia en contra de la prensa ha ido en aumento y, mucho tiene que ver, el contexto de la guerra contra el crimen organizado y los asuntos políticos sin resolver en México.
En el país, los periodistas que más riesgo corren son aquellos que se dedican al periodismo de investigación, sobre todo, quienes hablan sobre temas de política, narcotráfico y crimen organizado.
Situación que ha hecho que la mayoría sean amenazados y asesinados, o bien, que prefieran desistir de su profesión por miedo y a consecuencia de inexistente libertad de expresión.
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