En Nuevo León, Monterrey se ha desatado una ola de desapariciones de mujeres, donde lamentablemente muchos terminan con desenlaces lamentables como los feminicidios.
En menos de un mes, en dicho estado se han emitido alertas de desaparición de más de 20 jóvenes de las cuales 12 se localizaron con vida; sin embargo, al menos otras nueve de la zona metropolitana de Monterrey siguen desaparecidas.
Por ello, las acciones de las colectivas feministas y de familiares de personas desaparecidas han tomado un papel fundamental para su búsqueda, donde en muchos casos, sigue sin haber un sólo rastro de su paradero.
El pasado sábado, el cuerpo de María Fernanda Contreras, de 27 años, fue hallado sin vida, lo que desencadenó dos jornadas de protestas en la capital y ha obligado al gobernador Samuel García a anunciar la creación urgente de un grupo especial de búsqueda.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO), es posible elaborar un perfil de las personas desaparecidas, y darse cuenta de que este es un problema de todo México, pero un fenómeno que se ha destapado recientemente en Nuevo León, ya que la cantidad de desapariciones es alarmante.
Cabe señalar que entre 2018 y 2022, el porcentaje de varones y mujeres que fueron desaparecidos en México quedó relativamente similar. Sin embargo, en Nuevo León aumentó la proporción de mujeres desaparecidas, hasta alcanzar una mujer desaparecida por dos varones, aunque se hace énfasis en la forma y situación por las que desaparecen las mujeres a diferencia de los hombres.
En su mayoría las mujeres mueren a manos de hombres y después de haber sido maltratadas y violentadas sexualmente, mientras hacen actividades cotidianas como ir a trabajar o acudir a fiestas con amigos o pareja.
Desapariciones en Nuevo León
Tan sólo en la zona metropolitana de Monterrey en las últimas semanas se registraron las desapariciones de Sofía Sauceda de 15 años; desaparecida el 16 de marzo en Ciudad Terán, a menos de 100 kilómetros de la capital, Paulina Solís y Celeste Tranquilino; ambas de 16 años, Debanhi Escobar de 18, Karen Valencia, de 24, Yolanda Martínez, de 26; Diana Cárdenas de 28, Yolanda González de 32 y Allison Campos quien tan sólo tiene 12 años.
Actualmente, la búsqueda que ha tomado gran fuerza es la de Debanhi Susana Escobar, estudiante de Derecho de 18 años, quien desapareció el pasado sábado 9 de abril en la madrugada, en el municipio de Escobedo, al norte de la zona metropolitana tras acudir a una fiesta en una quinta con dos amigas.
Lo único que se sabe es que un “conductor de confianza” iba a llevarla de regreso a casa, pero por circunstancias que no se conocen aún, Debanhi fue fotografiada por el conductor en una carretera alrededor de las 5:00 horas.
Ante estas desapariciones, la organización Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos en Nuevo León cuestionó el trabajo del gobernador Samuel García, pues sostuvo que la cifra real de mujeres desaparecidas es de 157 en los 27 meses recientes. Sin embargo, los reportes de casos de larga y mediana data suman mil 793.
Por ello, dicha organización criticó la permanencia de servidores públicos que llevan más de una década en puestos claves sobre estos mismos delitos, como Aldo Fasci, secretario de seguridad pública.
Niñas y adolescentes son las que corren más riesgo
Asimismo se registró un aumento en el número de desapariciones en adolescentes entre el 2018 y 2022. Las más vulnerables a ser desaparecidas son las niñas y adolescentes de 10 a 19 años de edad, con especial atención en las adolescentes de 15 a 19 años de edad.
Además, en Nuevo León desde 2017 a la fecha se han abierto 168 carpetas de investigación sobre trata de personas; seis en 2017, 18 carpetas en 2018, 38 en 2019, 12 en 2020, 91 en 2021 y, una carpeta en enero y dos carpetas en febrero de 2022.
Las responsables de investigar a las desapariciones son las fiscalías, y si bien son autónomas, forman parte del aparato de Estado. Entonces si éstas no consiguen llevar los casos de manera puntual y óptima, pareciera ser permisiva con este tipo de delitos.
Así, mientras no se investigue correctamente a las redes delincuenciales y a las complicidades que permiten su funcionamiento, las desapariciones seguirán en aumento, pues hasta que no haya un alto a la delincuencia organizada por la vía judicial, ésta seguirá imponiendo sus prácticas.
En México, en las actuales condiciones, las autoridades demorarían unos 120 años para identificar los cuerpos de desaparecidos y sin contar los nuevos cuerpos que se van sumando cada día, pues de acuerdo con el informe de desaparecidos de CED–ONU se expuso la crisis del sistema forense de México.
En la actualidad, en nuestro país existen más de 52 mil personas fallecidas sin identificar, mismas que se encuentran en fosas comunes, servicios forenses, universidades y centros de resguardo.
Esta cifra no incluye los cuerpos todavía no localizados y la noticia es particularmente alarmante después de las informaciones de desaparición de mujeres en el estado de Nuevo León durante las últimas semanas.
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