Atrás quedaron los escenarios en versión comedia agua de rosas y las personalidades de flor azul; las personas arromáticas, esquivan este ramillete de emociones, a veces embriagador, a veces espinoso.
¿Qué es ser una persona arromántica?
Esta orientación sexual innata, regularmente salpicada de prejuicios, apenas comienza a emerger de la tierra. Los seres interesados, deben tratar de prosperar en una sociedad donde las imágenes tiernas y lánguidas se esparcen en masa.
La adrenalina de los encuentros físicos, el ardor compartido de las primeras veces, la exaltación espontánea de los reencuentros, la reconfortante calidez de los abrazos… Esta lluvia de sentimientos, que se vierten casi mecánicamente en nuestros cuerpos, les es totalmente desconocida, pero antes de poner una palabra sobre estas sensaciones abortadas, los personas arromáticas se codean con experiencias que suenan huecas.
Los estándares, un veneno revelador
Para encajar en el molde de la sociedad, se doblan a un patrón homogéneo, caminando sobre el romanticismo y se alimentan de ilusiones. A pesar de los esfuerzos incesantes y las operaciones forzadas sin gloria, la llama sentimental permanece apagada.
Este hermetismo, que es difícil de identificar, ha salido a la luz a lo largo de los años. Cuando los arrománticos se elevan en una unión, se llenan de signos de interrogación como fachadas infranqueables, son casi incapaces de jugar a Romeo y Julieta.
Con ellos, los discursos poéticos son inexistentes, las efusiones de ternura se suman al banquillo de los ausentes y las caricias delicadas son temidas como la peste negra. Todos los arromáticos son diferentes; sin embargo, ciertas características son recurrentes:
Construir amistades poderosas, sin ser demasiado demostrativo
Cuando sellan amistades profundas, la complicidad magnética y las sensaciones estrelladas pasan a un segundo plano, pero a la antítesis de los ojos brillantes, a menudo levantan una barrera de modestia.
El celibato, su solución favorita
Reunirse, mantener un hogar, compartir momentos juntos, son aspectos que les parecen totalmente superfluos y ajenos. A diferencia de lo que podemos ver en el cine o series, dejan atrás almas gemelas. El celibato les conviene perfectamente.
Sensaciones que no experimentan
Palpitaciones, obsesiones, sudores, sus síntomas auscultados desde la adolescencia, nunca les han llegado emblemas de la enfermedad del amor. Parecen totalmente inmunes.
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