El placereado es una técnica que pueden llevar a cabo todo tipo de parejas, sin importar que existan o no problemas en la sexualidad. A través de su práctica es posible mejorar la comunicación y encender la llama del amor dentro de la relación.
Esta técnica forma parte de la focalización sensorial, una serie de métodos que ayudan a la pareja a comunicarse y explorar su sexualidad más allá del mero coito, por tal razón, las caricias son imprescindibles para realizar el placereado, partiendo solo con la intención de disfrutar de ese tipo de contacto.
Se trata simplemente de explorar las sensaciones físicas de la caricia y comunicárselas a la pareja. Es un ejercicio de placer y de diversión apto para cualquiera.
Los investigadores que iniciaron con el estudio de esta terapia de focalización sensorial fueron el ginecólogo William Masters y la sexóloga Virginia Johnson. Ambos investigaron la respuesta sexual humana y definieron sus cuatro fases: excitación, meseta, orgasmo y resolución.
En el momento en que la respuesta sexual se tornaba patológica, las consecuencias afectaban a la relación de pareja, y fue entonces que la práctica del placereado nació como una forma de reconectar con la pareja sin recurrir al coito, pues se basa en la comunicación plana y sencilla de las sensaciones que despiertan las caricias en el cuerpo desnudo.
Además de ser útil para explorar la sexualidad y mejorar la comunicación de pareja, también es implementada para tratar algunos problemas sexuales, como la desensibilización sistemática para aquellas personas que tienen algún tipo de trauma con el contacto físico, como las víctimas de abusos sexuales. Cuando el contacto sexual produce ansiedad y rechazo, el placereado ayuda a crear un ambiente seguro y relajado para exponerse a ello de forma progresiva.
Asimismo, suele utilizarse para tratar disfunciones sexuales como la eyaculación precoz, la inapetencia sexual patológica o el vaginismo.
Cabe señalar que en el placereado se plantean una serie de pasos bajo la premisa de la prohibición del coito. Para llevarla a cabo lo ideal es encontrar un momento idóneo además de organizar otros factores que en Vibetv te compartimos.
Pasos para practicar el placereado
- Uno de los miembros de la pareja se acuesta desnudo boca abajo y con los ojos cerrados. El otro, también desnudo, comienza a acariciar a su pareja suavemente desde la cabeza hasta los pies, saltándose las zonas erógenas. Se trata de transmitir sentimientos mediante las caricias, por ejemplo ternura, calma y amor.
- En el momento en que las caricias llegan a los pies, quien esté tumbado se da la vuelta y se comienza el proceso de nuevo, también exceptuando zonas sexualizadas, como los senos o los genitales.
- El que está acostado se incorpora y se dedican unos minutos a comentar el ejercicio: qué sensaciones ha despertado, la calidad de las caricias, etcétera.
- Después, el miembro de la pareja que ha acariciado cambia la postura y con la que había iniciado su pareja. Y se vuelve a hacer el procedimiento pero a la otra persona.
- Luego de haber terminado el placereado, la pareja decide si quiere iniciar un encuentro sexual o no. De esta forma se evita la frustración sexual en caso haya excitación, además de fomentar la comunicación asertiva en cuanto a las relaciones. Sea cual sea la decisión que tomen, es muy importante que ambos miembros de la pareja respeten la negativa del otro, si es el caso.
Aunque esta técnica parezca sencilla, los beneficios que se logran con ella son muchos, por ejemplo: desgenitalizar las relaciones, aprender a dar cariño y placer sin pedir nada a cambio, desarrollar el erotismo y crear un vínculo de complicidad y seguridad con la pareja.
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