El artista Andy Warhol, nació el 6 de agosto de 1928 en Pittsburgh (Pensilvania), con el nombre de Andrew Warhola. Su familia era de inmigrantes oriundos de Eslovaquia, donde Warhol fue el más pequeño de tres hermanos.
La vida de Andy Warhol cambió drásticamente cuando padeció una enfermedad neuronal que lo postró en cama durante un año; sin embargo, mientras se recuperaba, comenzó a investigar y coleccionar imágenes de estrellas de cine, y con el paso del tiempo, aprendió a dibujar bajo las lecciones de su madre.
Ese fue el momento clave para que el artista iniciará su inquietud por el arte, y más tarde, gracias al impulso de su padre quien trabajaba en la construcción, lo apoyó en todo momento. Así que lo envió a una de las universidades más importantes de Estados Unidos y en 1949 se convirtió en el único Warhola con un título universitario.
Tiempo después, Warhol se mudó a la ciudad de Nueva York y quitó la letra “a” de su apellido. Fue entonces que se dio a conocer como el artista vanguardista Andy Warhol.
A partir de la década de los sesenta, el pintor se convirtió en uno de los máximos exponentes del pop art, quien a través de elementos cotidianos o rostros conocidos, nacieron sus obras más emblemáticas.
La obra de Warhol comenzó a ser muy conocida y desató ciertas polémicas sobre el papel del artista y la finalidad del arte; cabe destacar que el pintor respondía a la mayoría de los señalamientos que referían a su obra. Uno de los más sonados fue cuando pintó un refresco de cola de la marca más conocida a nivel mundial Coca Cola, donde en respuesta a los constantes ataques recibidos, Warhol refirió lo siguiente:
“Lo que es genial de este país es que Estados Unidos ha iniciado una tradición en la que los consumidores más ricos compran esencialmente las mismas cosas que los más pobres. Puedes estar viendo la tele, ver un anuncio de Coca-Cola y sabes que el Presidente bebe Coca-Cola, Liz Taylor bebe Coca-Cola y piensas que tú también puedes beber Coca-Cola. Una cola es una cola, y ningún dinero del mundo puede hacer que encuentres una cola mejor que la que está bebiéndose el mendigo de la esquina. Todas las colas son la misma y todas las colas son buenas. Liz Taylor lo sabe, el Presidente lo sabe, el mendigo lo sabe, y tú lo sabes”, declaró sobre una polémica que desató su obra de la Coca-Cola como un tema pictórico.
Atentados contra Andy Warhol
Warhol no sólo vivió ataques a su obra sino a él mismo, e incluso en 1968 sobrevivió a un atentado con arma de fuego, cuyas heridas fueron plasmadas en una serie de fotografías, usadas después como base para la película I Shot Andy Warhol. Fue Valerie Solanas quien disparó a Warhol junto al crítico de arte y comisario Mario Amaya a la entrada del estudio del artista, este acontecimiento fue a consecuencia de un desequilibrio mental y emocional que sufría en ese momento el atacante.
Luego de varios años del ataque en contra de Andy Warhol, falleció a las 6:31 horas de un día como hoy, pero de 1987, en el New York Hospital después de una operación a la que había sido sometido a causa de un paro cardiopulmonar.
En la actualidad, las obras de Andy Warhol siguen presentes en grandes subastas de arte contemporáneo que se celebran en Nueva York, donde se ponen en venta cientos de obras por un valor de hasta 300 millones de dólares.
Por ejemplo, La casa Sotheby’s fue la última en vender el conocido díptico de dos metros y medio por cuatro, Silver Car Crash (1963) con un precio de 105.4 millones de dólares, muy por encima de los 53.2 millones de euros pagados en el 2007 por la obra Green Car Crash en Christie’s y de los 87.5 millones de dólares con la venta de todas las obras subastadas en 2005.
Entre 2003 y 2005, el valor de las obras de Warhol ya se había duplicado y aunque actualmente sus precios no se encuentran visibles por ser datos sensibles, la última obra datada (Self Portrait) está valorada en 21.877.472 euros ocupando el primer puesto en el top 10 de obras subastadas del artista. El segundo puesto se lo llevaría Lenin y la medalla de bronce otro Self Portrait.
La vida y obra de Andy Warhol estaba impregnado de un discurso que va mucho más allá de colgar una pintura con personajes y situaciones cotidianas, se trata más bien de una sátira, una crítica sobre cómo el consumismo cobraba fuerza en aquella época y que sigue permeando nuestros días.
El paso por la vida de Warhol es una invitación para que reflexionemos sobre la evolución del arte y la sociedad, mismas que traspasan el lienzo configurando experiencias críticas.
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