La gratitud puede verse como un sentimiento, hábito o valor, es aquella acción que muchos consideran pequeña, pero que al final otorga grandes satisfacciones. Por lo general, al relacionarnos con más personas, es común escuchar entre las pláticas varias quejas o sentimientos de malestar.
Si pensamos en los temas que tocamos con los otros podríamos percatarnos que muchos tienen que ver con situaciones de reclamo antes que de gratitud. Y si te identificas con ello, esa es una justa señal para que continúes leyendo esta información, pues te diremos qué beneficios trae la gratitud y cómo llevarla a cabo.
Agradecer implica también un aprendizaje y el gozar las experiencias que se presentan todos los días, al contrario de lamentarnos por la pérdida de alguien ya sea por una ruptura amorosa, de amistad o por una muerte.
Lo primero que hacemos por el dolor que causa es maldecir o tener sentimientos fatalistas; sin embargo, es posible cambiar el chip, claro que se tienen que vivir duelos, pero llega un momento en el que se es más consciente de la situación y es donde la gratitud puede salvarte.
Por ejemplo: si alguien se ha marchado podríamos agradecer las experiencias y la suerte de haber vivido buenos momentos, pero sobre todo el crecimiento personal que te deja. En ocasiones creemos que agradecer se hace cuando suceden cosas extraordinarias o fuera de serie.
No obstante, allí está el problema, pues tener agradecimiento equivale a observar más a detalle, estar consiente de todas las cosas positivas que nos rodean, desde un nuevo despertar hasta la cobija que nos quita el frío.
Entonces, no hace falta que te pasen cosas demasiado trascendentales para tener gratitud ante la vida y eso te traerá beneficios y también a los tuyos.
El poder de la gratitud está sustentado por la neurociencia, donde se ha encontrado que agradecer activa el sistema de recompensas del cerebro, que se ubica en un área llamada núcleo de Accumbens.
Este sistema se encarga de establecer la sensación de bienestar y placer en nuestro cuerpo. Por ejemplo, cuando recibimos una buena noticia o pasamos por una situación que nos hace el día, se libera dopamina, neurotransmisora que aumenta la sensación de placer.
Pero, qué otros beneficios otorga el sentir gratitud ante lo que te rodea, aquí te lo decimos:
- Te hace más feliz
- Beneficia los demás:
Agradecerle a los otros por equis motivo, genera en ellos reciprocidad y apoyo, pero además a ti te da satisfacción y armonía, pues es una muestra de afecto con la que le haces saber a los demás que no te son indiferentes y que agradeces lo que te ofrecen o hacen por ti.
El sentir gratitud con alguien fortalece relaciones pues las demás personas se percatarán de que le has dado valor a su esfuerzo, ayuda o solidaridad.
- Brinda actitud positiva
Cuando ves que el mundo que te rodea tiene más cosas buenas que agradecer, te sentirás fuerte y sacarás provecho de la adversidad porque aprenderás a verle el lado positivo.
- Te hace consciente de lo que te rodea
Aunque ya habíamos tocado este beneficio a grandes rasgos, es importante que quede claro que ser agradecido establece que nos volvamos más observadores de nuestro entorno y que veamos lo positivo de lo que se nos presenta en la cotidianeidad.
Al despertar es bueno agradecer un nuevo día, al hacer ejercicio mima a tu cuerpo porque te ha activado, el vaso de agua diario llegó a ti con ayuda de muchos factores, agradécelo también.
Así que ya sabes, cada día piensa en todas las situaciones buenas que tienes a tu alrededor y de las malas sácales provecho y emplea la gratitud, pues seguro obtendrás grandes aprendizajes.
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