Sororidad: ¿Cómo ponerla en práctica desde hoy?

No es que la sororidad se haya puesto de moda, es que la necesitamos

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Sororidad
Foto: Canva

La sororidad es un término que se ha difundido en el último tiempo para hacer que las mujeres rompamos con los esquemas sociales y culturales que nos hacen estar en constante conflicto con otras mujeres, tener prácticas violentas y estar en contra con personas de nuestro mismo género.

Cabe mencionar que estas formas sociales se fueron adquiriendo dentro de los diferentes ambientes de las instituciones que remarcan nuestra vida cotidiana: la familia, escuela, trabajo, etcétera. Sin embargo, a través de la visibilización de la violencia contra las mujeres que continúa en números rojos, nosotras no podemos formar parte de ello.

La sororidad implica adquirir consciencia de nuestro alrededor y de cómo nos comportamos con otras mujeres, se trata de transformar las relaciones para bien, ser solidarias y fortalecer la convivencia positiva y de apoyo, ya que todas vamos en el mismo barco.

Ser sorora implica ser fuerte de manera individual y colectiva, por ello te presentamos un listado de cómo llevar a la práctica este neologismo.

¿Cómo aplicar la sororidad?

1. Lo primordial es dejar de juzgar nuestra apariencia y la de las demás, recuerda que es muy importante cambiar a partir de nosotras mismas y continuar con quienes nos rodean. Emitir juicios negativos crea un ambiente de inseguridad y baja autoestima. ¡Valórate!

2. Debes tener presente que decidir sobre nuestro cuerpo es cosa de cada quién, por ejemplo: si no quieres tener hijos o si alguien no lo desea, es problema de ella y de nadie más.

3. La vida sexual es elección propia, evita cuestionamientos y calificativos que no te incumben y sobre todo que no suman.

4. Jamás habrá justificación para el abuso, acoso o violencia sexual. Si alguien lo ha padecido, cree en ella. Y no debes decir que “se lo buscaron”, eso no funciona así.

5. Deja de emitir y repetir juicios sobre nosotras. No es cierto que seamos débiles, dramáticas, tóxicas y locas. Olvida estas etiquetas.

6. Seamos generosas, leales y amables con las demás mujeres, seamos ese apoyo que también podríamos necesitar en cualquier momento. No dejes a la deriva a alguien que se encuentra en problemas. El conflicto de una es de todas.

7. Si te encuentras en una situación de que una mujer trata de hablar mal de otra, compártele que por qué no está bien. Todas somos un equipo y configurar a otra persona desde una perspectiva y sin que ella esté es lo peor.

8. Si te reúnes con amigas, compañeras o cualquier grupo de mujeres trata de incluir en la plática temas de autocuidado y también de reiterar tu confianza y apoyo, eso sumará a más dentro de la sororidad.

9. Busca la manera de que entre mujeres estén pendientes de los lugares y las personas que frecuentan. Así volvemos un esquema de seguridad. La comunicación es muy importante para cualquier circunstancia ya sea buena o mala.

10. En cuanto puedas, riega esta información con más mujeres, seguro te lo agradecerán y notarán grandes cambios en su vida.

Si nadie ha sido capaz de darnos el espacio y las circunstancias que merecemos, juntas podremos hacerlo. Incluso al momento de exigir nuestros derechos y denunciar violencia y otros conflictos, hagámoslo en equipo.

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