El Día del Profesor se celebra el 27 de noviembre en España, es una fiesta regional en la que se homenajea a los maestros, profesores, docentes y enseñantes de todo el país también se celebra a San José de Calasanz.
José de Calasanz; el responsable del Día del Profesor
Fue un sacerdote, pedagogo y creador de la educación moderna, fundó la primera escuela popular gratuita de toda Europa; tenía como objetivo la universalización de la enseñanza, además impulsó que cada país enseñara en su propia lengua, también logró dividir la enseñanza por niveles o grados.
El 27 de noviembre de 1597 abrió una escuela para niños pobres en Roma, sin saberlo fundaría la primera escuela pública gratuita de Europa también conocida como Escuela Pía. El modelo era novedoso, pues tenía aulas con un gran número de alumnos, ya que en aquellos tiempos la enseñanza se impartía individualmente o a grupos reducidos.
Sus modelos de escuela
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) el sacerdote fue un pedagogo de la no discriminación social, racial o religiosa, pues en sus escuelas de Germania escolarizó a niños de religión protestante.
Sus escuelas llegaron a tener hasta mil 500 alumnos; comenzaban a asistir a la edad de 6 años las clases duraban dos horas y media por la mañana y la tarde, cada cuatro meses se hacía un examen general en todas las escuelas. Si salían bien en la evaluación, el alumno era admitido en la clase superior.
José de Calasanz y su amistad con Galileo Galilei y Campanella
En el mismo documento de la UNESCO se relata que Galileo y Calasanz defendieron la enseñanza de las matemáticas y de la ciencia, algo natural en un hombre de ciencia, pero no tanto en un pedagogo y sacerdote de aquel tiempo. Calasanz tenía interés constante por la enseñanza de las matemáticas en una época en que los estudios humanísticos tenían la máxima vigencia.
Después de que Galileo enfrentó a la inquisición con su modelo cosmológico, fue sancionado y condenado a vivir bajo arresto domiciliario. Calasanz ordenó que los miembros de su congregación le ayudaran y también permitió que los escolapios continuasen como alumnos a su lado, recibiendo sus enseñanzas matemáticas y científicas. Cuando Galileo quedó ciego en 1637, un escolapio, Clemente Settimi, por orden de Calasanz se puso a su servicio como secretario, tal era la consideración y el aprecio que sentía hacia él.
El filósofo Tomás Campanella también sufrió varios procesos de la Inquisición y un encarcelamiento, también mantuvo buena relación con el sacerdote. El filósofo proponía que la educación de los menos desfavorecidos tenía un papel importante en la sociedad, incluso defendió a las Escuelas Pías de los ataques.
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