Todos los padres y madres se sienten perdidos cuando su bebé recién nacido llora. El llanto es para él una forma de lenguaje que le ayuda a comunicar sus necesidades o malestares. A veces, puede pasar varias horas al día alertando a sus padres y a quienes lo rodean cuando necesita algo.
Llorar es una necesidad física, no un capricho
El llanto del infante tiene una utilidad conocida desde tiempos prehistóricos. En una edad en la que el cerebro y las cuerdas vocales aún son demasiado inmaduros para emitir un sonido tan complejo como el lenguaje articulado, los recién nacidos utilizan el llanto para alertar y transmitir información.
Por lo tanto, es necesario consolarlo cada vez que llora para que esté más tranquilo y menos preocupado. A esta edad todavía no sabe manejar, si llora es porque está intentando expresar una necesidad (hambre, sueño, aburrimiento, etc) o malestar (calor, frío, irritación, dolor, etc).
Comprender el mensaje de tu bebé no sólo te permite comunicarte mejor, sino también evitar el estrés o la fatiga de los primeros meses.
¿Cómo aprendo a escuchar a mi bebé?
Aprender a escuchar atentamente el llanto del bebé, nos ayuda a decodificar mejor sus necesidades:
- Un llanto continuo e insistente a la hora del biberón a menudo corresponde a un bebé que tiene hambre.
- Un grito agudo seguido de silencio ante la inspiración muestra molestia y nerviosismo.
- El llanto continuo durante más de 3 horas, varios días a la semana, puede significar que está sufriendo de cólicos.
- Un grito fuerte que no se puede calmar puede significar que tiene dolor, especialmente si está enfermo.
Por supuesto, este es sólo un ejemplo que puede variar según el bebé. Al memorizar los llantos de tu hijo podrás actuar y aliviar sus necesidades más fácilmente sin estrés ni molestias.
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