10 errores que cometes en una entrevista de trabajo

En la entrevista de trabajo, el reclutador o empleador obtiene la primera impresión real de ti.

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Entrevista de trabajo
Foto: Unsplash

La entrevista de trabajo es una oportunidad para que el reclutador aprenda más sobre tus experiencias, habilidades y calificaciones, tus fortalezas y habilidades relevantes para el puesto ofrecido. Sin embargo, muchas cosas pueden salir mal durante una entrevista, especialmente porque el estrés y la presión pueden comprometer tu desempeño.

En esta nota queremos hablar de los 10 errores más comunes que los candidatos cometen frente al reclutador y que los memorices para la próxima vez… verás que el puesto será tuyo.

Conoce los errores más frecuentes

¿Por qué es importante conocer los errores más frecuentes en una entrevista? La respuesta a esta pregunta radica en el hecho de que si sabes qué errores acechan a la vuelta de la esquina, puedes prevenirlos y prepararte eficazmente para causar una buena impresión con el reclutador.

La mayoría de los errores se cometen sin que los candidatos se den cuenta

Probablemente tú también, en algunas entrevistas de trabajo anteriores, te encontraste cometiendo errores sin ni siquiera haberte dado cuenta. Prestar atención incluso a los detalles más pequeños no sólo te evitará engañarte a ti mismo, sino que también te ayudará a demostrarle al reclutador tu profesionalismo y la seriedad con la que te tomas la entrevista para conseguir ese trabajo.

10 errores que se comenten en una entrevista de trabajo

Llegar tarde

Todo el mundo sabe que las primeras impresiones son clave a la hora de realizar una entrevista para conseguir un trabajo. Y a veces, puedes causar una mala impresión incluso antes de comenzar tu entrevista con el reclutador: llegar tarde comunica múltiples mensajes negativos al reclutador.

Por ejemplo: que eres una candidata que no puede organizarse y no puede administrar su tiempo. Y seguramente, que no tienes respeto por el tiempo de los demás, por el reclutador, por la empresa. Además, llegar tarde le da al reclutador la idea de que no tienes mucho interés en el puesto ofrecido.

Vestirte inapropiadamente

Al realizar una entrevista de trabajo, es imperativo que tu apariencia sea impecable. Tu ropa puede, y debe, variar según el puesto que solicites, pero es fundamental que siempre tengas un atuendo bien arreglado. Una de las mejores formas de elegir qué ponerte en la entrevista es adaptarse al código de vestimenta corporativo.

Sin embargo, incluso si los empleados tienen una mirada informal en la empresa para la que se te estará entrevistando, elige siempre un atuendo profesional y elegante. Es mejor ser un poco más elegante que demasiado casual.

Usar celular durante la entrevista

Antes de entrar a la oficina donde tendrás la entrevista, recuerda poner el silencio tu teléfono móvil, o el modo avión. Esto evitará que te distraigas o te sientas tentado a mirar tu teléfono mientras estás frente al reclutador.

Revisar el teléfono celular durante la entrevista no sólo es de mala educación, sino que también envía un mensaje claro al reclutador de que conseguir ese trabajo no es su prioridad.

No sentirte preparada para la empresa

Una gran llamada de atención para el reclutador es definitivamente un candidato que no conoce los hechos principales sobre la empresa y el puesto ofrecido. Esto se considera poco profesional y respetuoso. Antes de la entrevista de trabajo, investiga la compañía utilizando su sitio web: checa la historia, comprende cuáles son sus valores y misión.

Mostrar poco entusiasmo

La falta de entusiasmo de la candidata durante la entrevista mata su candidatura. Si no te apasiona ni te entusiasma el puesto ofrecido, el reclutador lo entenderá por tu forma de hablar, por tu tono, tu postura y en general por tu lenguaje corporal. Éste puede leer señales importantes y negativas, como: falta de contacto visual, poca atención a la conversación, tono apático, hombros encorvados.

Estar distraída

Aunque esta actitud es “aceptable” cuando estás en compañía de tus amigos o familiares, se desaconseja mucho durante una entrevista de trabajo. Si te distraes frente al reclutador no entenderás la pregunta que te hace. O, lo que es peor, el reclutador puede pensar que estás aburrido y, por lo tanto, te excluirá de la selección.

Compartir información personal de más

Debido al nerviosismo y la tensión, puedes dejarte llevar por tus historias y compartir detalles personales sobre ti y tu vida con el reclutador. Es correcto establecer un entendimiento con la otra parte, pero hablar de detalles que no son relevantes para él y que no están en consonancia con el propósito de la entrevista, corre el riesgo de hacer que quedes mal.

Hablar mal de tu anterior trabajo

Es posible que hayas tenido una experiencia terrible en el antiguo lugar de trabajo, tal vez con un jefe tirano o colegas poco profesionales. Y esta podría ser la razón por la que estás cambiando de trabajo. Sin embargo, esta es información que no tendrás que darle al reclutador.

Trate de responder profesionalmente, sé justa y elegante, incluso si tienes algo de resentimiento dentro de ti. Tus respuestas deben transmitir positividad y entusiasmo. Puedes hablar sobre los incidentes negativos que ocurrieron en el lugar de trabajo, pero hazlo enfatizando la lección que aprendiste, el lado positivo de esa situación.

No hacerle preguntas al reclutador

Otro error muy común y grave entre los candidatos es no preparar las preguntas para hacerle al reclutador durante la entrevista. El reclutador te preguntará si tienes alguna pregunta, la peor respuesta que puedes dar es “no”.

Hacer preguntas no sólo te ayuda a disipar tus dudas y a obtener la información que necesitas sobre el puesto y la empresa sino también comunica al reclutador que tienes un gran interés en el puesto.

No preguntar por los siguientes pasos

Puede suceder que al reclutador se le olvide informarte sobre los próximos pasos en el proceso de selección. Es importante que sepas qué te espera después de la primera entrevista cognitiva y cuándo y cómo se comunicará contigo.

Hacer preguntas sobre los próximos pasos en la selección confirma al reclutador tu interés en la empresa y tu confianza en que ese trabajo es el ideal para ti. Preguntar no comunica impaciencia, sino que demuestra tu profesionalismo.

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