Kaley Cuoco, la estrella de The Big Bang Theory y The Flight Attendant, se ofreció a comprar el caballo Saint Boy, el cual fue golpeado por la entrenadora alemana de pentatlón moderno, Kim Raisner, durante los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Cuoco condenó en diversas Historias de Instagram que tanto Raisner como Annika Schleu, la pentatleta moderna, maltrataran a Saint Boy por haberse negado a saltar durante la competencia de equitación en la justa olímpica.
Montar a caballo en una gran pasión de la actriz. Lo ha hecho desde la infancia y, gratamente, conoció a su marido, Karl Cook, un entrenador de caballos, en un evento ecuestre en 2016. Ella a menudo comparte en Instagram su pasión por los animales.
“Siento que es mi deber y mi corazón comentar esta desgracia. Esto no es un salto de obstáculos olímpico. Esto es una representación asquerosa, sin clase y abusiva de nuestro deporte en muchos sentidos. Este equipo debería estar avergonzado”, escribió la actriz.
Junto a su mensaje, Kaley Cuoco compartió fotografías de Schleu, llorando mientras luchaba para que el caballo saltara en la competencia realizada el 6 de agosto, de la cual Raisner fue descalificada por la Federación de pentatlón moderno (UIPM, por sus siglas en francés).
“Tú y tu equipo no enorgullecieron a su país ni a este deporte. Nos hacen quedar mal. Vergüenza debería darles y que le vaya bien a cualquier animal que entre en contacto con ustedes. Puro comportamiento sin clase aquí mismo. Repugnante en todos los niveles. Esto no es nuestro deporte. Esto no representa nuestro deporte. Esta jinete y su ‘entrenador’ son una vergüenza”, sentenció.
Cuoco es dueña de una granja en el Valle de Coachella, ubicado en el sur de California, y alberga a sus animales, incluidos 25 caballos y una “gran jauría de perros”, así que, tras lo sucedido, se ofreció a comprar a Saint Boy.
“Compraré ese caballo directamente y le mostraré la vida que debería tener. Digan su precio”, indicó sin lugar a broma.
Actualmente, Saint Boy está sano y salvo, viviendo en la prefectura de Shiga, en Japón. Sus dueños en el Minakuchi Riding Club aseguraron que “goza de buena salud”, aunque está fatigado por la competencia.
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