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10 mitos que se han dicho sobre los gatos

A lo largo de los años los gatos han sido parte de importantes momentos de la historia, pero también víctimas de algunos mitos malos.

Gato
Foto: Unsplash

Los gatos se encuentran entre los inquilinos más populares de nuestras casas. Compañeros de aventuras y abrazos, a veces podemos sentir que no entendemos sus hábitos y comportamientos, pese a ello, siempre se ganan nuestro corazón.

Sin embargo, desde hace cientos de años, se les han atribuido ciertos comportamientos, causando el desprecio de muchas personas contra ellos. A continuación, veremos algunos de los mitos que se han popularizado entre las personas sobre los gatos. Es importante saber qué es realmente bueno para nuestros michis y qué les puede molestar, así sabremos cómo proteger su salud y bienestar.

10 mitos acerca de los gatos

  • Los gatos negros traen mala suerte

¡Falso, es pura superstición! Es un animal considerado compañero de brujas y por ello perseguido en época medieval por la Inquisición. El hecho de que el pelo del gato sea ​​negro no tiene nada que ver con los rituales místicos o el diablo, es simplemente un rasgo genético normal. Más del 70% de los felinos, de hecho, son blancos o negros. Los otros tonos cubren el 30% restante.

  • Los gatos le temen al agua y no saben nadar

Es parcialmente cierto… a la mayoría de los gatos no les gusta el agua, pero depende del carácter del gato en sí. Por ejemplo, los gatos de la raza Van turco, originarios del lago Van en Turquía, son conocidos por su inusual amor por el agua.

  • Los gatos ven en la oscuridad

Tienen una vista mucho más desarrollada que la de los humanos. Mirando a un gato en la oscuridad se puede ver un centelleo en sus ojos, esto se debe a que dentro de su ojo hay una especie de espejo natural, que refleja la escasa luz presente en el ambiente nocturno como un reflector, amplificándolo. Sin embargo, no están dotados de superpoderes y también luchan por ver en completa oscuridad.

  • Los gatos deben de beber leche

¡Mentira! A los gatos les encanta la leche, pero más por gula no porque realmente necesiten beber mucha. Atención también a las intolerancias porque al igual que ocurre con los humanos, los felinos también pueden verse afectados por la lactosa. Cuando tienen sed, siempre es mejor llenarles su recipiente con agua natural.

  • Los gatos caen de pie

¡Falso, es una leyenda urbana! Durante la fase de caída, el cerebro del gato recibe información tanto de los ojos como de un órgano ubicado dentro de la oreja sobre la posición del cuerpo, que reacciona en una fracción de segundo, provocando que la cabeza gire primero y luego el resto del cuerpo con un movimiento rápido de los órganos internos, para caer sobre las patas, utilizando también la cola como una especie de rueda de equilibrio. Sin embargo, esto no siempre sucede.

Hay que decir que la clavícula del gato está libre y sujeta sólo por la musculatura. La libertad de movimiento aumenta el ritmo del gato y amplía el rango de movimientos posibles.

  • Los gatos no son muy cariñosos y odian a todos

Los gatos muestran su cariño de muchas formas diferentes, no hay que darle crédito a quienes piensan que un gato puede ser demasiado independiente o descuidado, son excelentes compañeros de piso.

En la mayoría de los casos, les encanta ser la única mascota, pero también pueden socializar bien, tanto con compañeros de la misma especie como con perros u otros animales.

  • Los gatos deben vivir al aire libre

Este es un aspecto que depende de los hábitos del gato y que también puede estar ligado a su raza. Algunas razas, como los persas, por ejemplo: viven cómodamente incluso en un apartamento pequeño y casi nunca requieren salir de casa.

No obstante, se debe mantener un equilibrio adecuado entre la vida en el hogar y la vida al aire libre, por lo que permanecer demasiado tiempo en el interior podría provocar estrés y comportamientos anormales.

  • Los gatos tienen 7 y hasta 9 vidas

La agilidad, la resistencia a las enfermedades y la capacidad de sobrevivir a las caídas, incluso desde alturas considerables, han contribuido para alimentar esta falsa creencia. En los países anglosajones, las supuestas vidas del gato son incluso de 9.

  • Los gatos ronronean cuando están felices

¡Cierto! Aunque los expertos todavía se preguntan sobre este comportamiento que de alguna manera sigue siendo un misterio. Sin embargo, cuando un gato ronronea, ciertamente está satisfecho con la situación en la que se encuentra o utiliza este mecanismo para calmarse.

Las madres se comunican con sus bebés recién nacidos de esta manera. La frecuencia del ronroneo es de 25 a 150 vibraciones por segundo, el guepardo tiene una frecuencia mucho más baja.

  • Los gatos no pueden vivir con mujeres embarazadas

El gato siempre ha sido considerado el principal culpable de la transmisión de la toxoplasmosis a los humanos. Para evitar posibles riesgos, es una buena regla que la gestante limite los cariños (besos y caricias excesivas), al igual que el contacto con las heces del gato, por lo que una futura madre no deberá estar cerca de la caja de arena.

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