Boriska, el niño ruso que asegura haber vivido en Marte

Durante las últimas dos décadas, un niño especial de Rusia ha hecho afirmaciones de extraterrestres que son profundamente convincentes. Incluso, los principales expertos en el campo se vieron influenciados por lo que dijo este niño llamado Boriska Kipriyanovich sobre la vida en Marte.

Cuando Boriska apenas tenía dos semanas de nacido sus padres aseguran que pudo levantar la cabeza sin ayuda ni apoyo. En ese momento se dieron cuenta que no era como los demás sino que era un bebé especial y, a medida que crecía, seguía volviéndose más impresionante.

Historia de Boriska Kipriyanovich

Nació en 1996 y sólo un año y medio después comenzó a hablar, leer y dibujar. Fue admitido en el jardín de infancia temprano y tan pronto como comenzó la escuela sus maestros se sorprendieron de lo que podía hacer.

Estaba mucho más avanzado que todos los demás niños de su clase. Apenas podían hablar mientras Boris leía libros destinados a niños unos años mayores que él. A Kipriyanovich, nunca se le enseñó sobre el espacio en la escuela. Ninguno de sus maestros explicó nada sobre planetas, estrellas y constelaciones.

Sin embargo, pudo mirar el cielo nocturno y adivinar cosas sobre la forma en que se movía la Tierra, la forma en que la Luna refleja la luz y la forma en que se alinean los planetas.

A la edad de 7 años, Boriska pasó un fin de semana de campamento con sus padres y sus amigos. Mientras estaban sentados alrededor del fuego, el pequeño niño ruso les dijo a todos a su alrededor que se calmaran…

Tenía una historia que contar y quería que todos prestaran atención

Al principio, los adultos alrededor del fuego descartaron la historia de Boriska como material para niños. Pensaron que él les contaría una historia de fantasmas o algo así. Lo que dijo Boriska hizo que todos se pusieran serios.

Les dijo a todos que era de Marte y que vendría a salvar el mundo. Dijo que en realidad había vivido en el Planeta Rojo en una vida anterior. Detalló que renació en la Tierra junto con un grupo de otras personas que se llamaban a sí mismos “niños índigo”.

Boriska sabía tanto sobre el espacio que desconcertó por completo a los expertos. Era solamente un niño y ya hablaba de la física del universo. Esta no fue la única vez que el joven habló de ser nativo de Marte, contó su historia una y otra vez a varios entrevistadores de medios nacionales e internacionales.

De acuerdo con Boriska Kipriyanovich, los residentes de Marte dejan de envejecer cuando cumplen 35 años por un efecto antienvejecimiento que se debe al dióxido de carbono. Aparentemente, las personas en Marte pueden respirar dióxido de carbono y no envejecen de la misma manera que nosotros.

“Recuerdo aquella vez, cuando tenía 14 o 15 años, los marcianos estaban librando guerras con tanta frecuencia que tuve que participar en ataques aéreos con un amigo mío”, contó el pequeño genio.

Añadió que pueden viajar en el tiempo y el espacio volando en naves espaciales redondas, pero observan la vida en la Tierra con planos triangulares. Las naves espaciales, según él, son muy complicadas, ya que tienen capas y pueden volar por todo el Universo, pero estos mismos avances han llevado a la destrucción de la civilización marciana.

Entre sus viajes frecuentes se encontraba el de visitar nuestro planeta por asuntos de comercio entre su nación y el ya desaparecido continente Lemuria, que al parecer estuvo ubicado en medio del Océano Pacífico.

El Planeta Rojo contaba con una variedad de razas, entre los que se encontraban las personas del “pueblo” de Boris, quienes medían 7 metros. Siendo de esta manera, que cada uno de los linajes tuvieras sus propias naves espaciales, de acuerdo con el sitio de TV Azteca.

Fue una guerra nuclear lo que destruyó la vida en Marte, y aunque Boriska asegura que quedaron muchos sobrevivientes, éstos no se han visto ya que optaron por vivir en el subsuelo y se mantienen vivos con gas carbónico.

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