Jada Pinkett Smith se llama a sí misma “un milagro andante” después de poder controlar sus problemas de adicción, de los cuales habló en la reciente emisión de su famoso programa Red Table Talk.
Pinkett detalló con franqueza su experiencia en el pasado con el consumo excesivo de alcohol, principalmente vino, que aseguró haber mezclado constantemente con el uso de drogas, como éxtasis y marihuana.
“Pero, beber vino tinto para mí era como beber vasos de agua. Porque estoy acostumbrada a ese golpe fuerte. Yo también bebía mucho en el instituto y cuando llegué aquí me metí en cócteles. Así que, éxtasis, alcohol, hierba. Déjame decirte que me lo pasaba pipa”, contó.
Dirigiéndose a su hija, Willow Smith, y a su madre, Adrienne Banfield-Norris, la actriz de 40 años reconoció que combinaba el alcohol y las drogas para experimentar más rápido lo que llamó “el subidón”.
“No hacía cosas que me parecieran adictivas. Pero, tomaba esas tres juntas, ese era mi cóctel. Tu umbral se vuelve tan alto, que lo que te cuesta llegar al lugar al que necesitas llegar, a mí me costaría dos botellas… Vale, si me meto éxtasis, hierba y alcohol a la vez voy a llegar más rápido y puedo mantener el subidón”, comentó.
Jada señaló en su charla que los problemas de adicción son hereditarios – su madre luchó contra la adicción a la heroína y actualmente está recuperada –, pero que una vez que reconoció que tenía un problema pudo detenerse.
“Una vez que iba por la tercera botella de vino, me dije: ‘Tienes un problema’, y ese día dejé de hacerlo. Ese día simplemente lo dejé”, sentenció.
También, informó Pinkett, hubo un accidente “revelador” que la llevó a dejar de fumar: el desmayo que sufrió durante el rodaje de la película El profesor chiflado de 1996 por haber tomado éxtasis.
“Fui a trabajar drogada y era un lote malo de éxtasis. Me desmayé y le dije a todo el mundo que debía de haber tomado medicamentos viejos en un frasco de vitaminas. Pero, te diré lo que hice. Me recompuse y entré en el set. Esa fue la última vez”, relató.
Aunque ahora está libre, Jada Pinkett reconoció que todavía tiene factores desencadenantes y que, al día de hoy, no puede estar cerca de licores oscuros como el ron, ni del vodka. Ocasionalmente, ha tomado una copa de vino.
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