En medio de los rumores de enemistad, los príncipes William y Harry se reunieron en el que sería el cumpleaños número 60 de su difunta madre, la princesa Diana, para develar una estatua en su honor.
En una ceremonia que tomó cinco años de preparación, los controversiales hermanos reales se reunieron en el Jardín Hundido del Palacio de Kensington y, tras sostener una breve conversación con diversos invitados, descubrieron la escultura que muestra a Lady Di rodeada de tres niños.
De acuerdo con el Palacio de Kensington, la escultura, de bronce con una pátina azul verdosa, está destinada a reflejar la apariencia y estilo de vida de la princesa Diana en sus últimos años de vida, ya que se hizo internacionalmente conocida por su trabajo humanitario.
“Hoy, en el que habría sido el 60 cumpleaños de nuestra madre, recordamos su amor, su fuerza y su carácter, cualidades que la convirtieron en una fuerza del bien en todo el mundo, cambiando innumerables vidas para mejor. Todos los días deseamos que siga con nosotros, y nuestra esperanza es que esta estatua sea vista para siempre como un símbolo de su vida y su legado”, dijeron los príncipes William y Harry en una inusual declaración conjunta.
Los planes para la estatua de Lady Di se anunciaron por primera vez en febrero de 2017, el año de muchas conmemoraciones de la vida de la princesa, ya que se cumplieron 20 años desde que murió en un accidente automovilístico en París a los 36 años.
El evento del jueves se redujo debido a las actuales restricciones de COVID-19 en el Reino Unido. Entre los asistentes se encontraban familiares cercanos de la princesa Diana, el escultor de la estatua Ian Rank-Broadley y el diseñador del Jardín Hundido, Pip Morrison.
Esta es la primera vez que los príncipes Harry y William se reúnen desde el funeral de su abuelo, el príncipe Felipe de Edimburgo, en mayo pasado. Sus esposas, Kate Middleton y Meghan Markle, no estuvieron presentes.
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