Alan Turing, el genio que fue condenado por ser homosexual

Aunque ayudó a su país en la Segunda Guerra Mundial, recibió el peor de los tratos.

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Alan Turing, el genio que fue condenado por ser homosexual
Foto: Twitter / @DiegoRi03832524

Durante su vida no fue una persona conocida, pero ahora, a 67 años de su fallecimiento, Alan Turing es famoso por ser un matemático británico apasionado, pionero de la informática moderna y la inteligencia artificial, pero que, lamentablemente, fue condenado por ser homosexual.

Genio desde pequeño

Alan Turing nació el 23 de junio de 1912 en Maida Vale, Londres. Considerado como un genio desde sus primeros años de vida, a los 13 ingresó a la Sherborne School, donde su fascinación por la ciencia desagradó a un sistema educativo basado en el estudio de las humanidades y los clásicos.

Hacia el final de sus años en Sherborne School, Turing conoció a Christopher Morcom, quien compartía su curiosidad intelectual y, se dice, fue su “primer amor”. Después de que la muerte los separó, Alan hizo frente a su dolor, y honró a su amigo, enfocando su energía al estudio científico.

Tras graduarse con honores en 1934 del King’s College de la University of Cambridge, Turing estudió matemáticas y obtuvo su doctorado en la Princeton University. Fue durante su tiempo ahí que desarrolló la noción de “una máquina de computación universal” que resolvía cálculos completos.

Años de servicio para el gobierno

Turing también estudió criptología y construyó tres de cuatro etapas de un multiplicador binario electromecánico durante sus años en Princeton. En 1939, se le pidió que se uniera a Government Codes and Cypher School, una organización británica de descifrado de códigos.

Cuando la guerra se declaró el 3 de septiembre de ese año, la organización se trasladó a Bletchley Park. Ahí, el logro más notable de Turing fue descifrar el código “Enigma”, una máquina de cifrado utilizado por las fuerzas armadas alemanas para enviar mensajes de forma segura.

Para ayudar a su país, Turing también desarrolló la Bombe, una máquina que decodificaba todos los mensajes enviados por las máquinas “Enigma” desde finales de 1940, y logró, junto con su equipo Hut 8, descifrar las señales navales, lo que contribuyó a la victoria aliada en la Batalla del Atlántico.

En julio de 1942, Turing desarrolló una compleja técnica de descifrado de códigos que llamó “Turingery” para usarla contra los mensajes cifrados de Lorenz producidos por la nueva máquina alemana Geheimschreiber.

Una condena trágica

Turing recibió un OBE por sus servicios al país en 1945. Para 1950, abordó por primera vez el tema de la inteligencia artificial (IA) en su famoso artículo Computing Machinery and Intelligence. En él, ideó lo que llamó el “Juego de imitación” (ahora llamado ‘Prueba de Turing’).

En 1952, después de que Turing denunciara un robo, la policía británica descubrió que él tenía una relación sexual con el ladrón, Arnold Murray, y, como resultado de las leyes contra la homosexualidad en el Reino Unido en la década de los 50, fue acusado de indecencia grave.

En lugar de ir a la cárcel, Turing aceptó la libertad condicional con la condición de someterse a un tratamiento hormonal que, de hecho, era una castración química. Su autorización de seguridad fue revocada, poniendo fin al trabajo en curso con el departamento de ruptura de códigos del gobierno.

¿Suicidio o muerte accidental?

El 7 de junio de 1954, Turing fue encontrado muerto por envenenamiento con cianuro. Una investigación dictaminó que fue un suicidio, aunque esto ha sido impugnado más recientemente, y el profesor Jack Copeland, atribuyó su muerte a la inhalación accidental de vapores del veneno durante un experimento.

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