El artista Salvatore Garau está causando polémica en el mundo del arte tras vender una escultura invisible por un total de 18 mil 300 dólares (poco más de 364 mil pesos).
La obra titulada “Yo soy” pertenecía a la casa de subastas Art-Rite y causó revuelo en el mundo del arte cuando se difundió que alguien había comprado una escultura que nadie puede ver.
De hecho, en el catálogo de la casa de subastas aparecía un cuadro en blanco en el espacio reservado para la escultura de Salvatore Garau, la cual, según su autor, conjuga una “densidad de pensamientos”.
“Ese espacio concentrará cierta cantidad y densidad de pensamientos en un punto preciso, creando una escultura que desde mi sólo título adoptará las más variadas formas”, explica el artista en el sitio de la Art-Rite.
La obra de Salvatore Garau viene con instrucciones muy precisas sobre dónde debe ser colocada: un espacio de 150 x 150, libre de obstáculos. El comprador sólo recibió un certificado de garantía que valida la transacción.
“El buen resultado de la subasta atestigua un hecho irrefutable: el vacío no es más que un espacio lleno de energías, e incluso si lo vaciamos y no queda nada, según el principio de incertidumbre de Heisenberg, la nada tiene un peso”, opina Salvatore Garau.
No es la primera vez que este artista italiano presenta una de estas esculturas invisibles. En febrero de este año también instaló la obra “Buda en contemplación, la cual fue colocada en la Plaza de la Scala de Milán.
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