Con el fin de visibilizar los micromachismos y las violencias machistas (desde las más sutiles hasta llegar a los feminicidios), Alejandra del Castillo y Moisés Castillo crearon el libro Siempre estuve en riesgo.
Siempre estuve en riesgo recoge los testimonios de víctimas de diferentes tipos de violencias machistas, algunas más visibles que otras, como el acoso laboral, la maternidad forzada, la cultura de la violación y la violencia obstétrica.
La idea de este libro surgió luego de que ambos autores trabajaron en Amar a madrazos y Los nadie y encontraron más temas e historias qué contar.
“Descubrimos que había violencias en este país que no estaban muy visibilizadas o muy contadas. Lo que hicimos fue a estos datos darles un rostro para conocer bien sus historias”, declaró Moisés Castillo en entrevista para EFE.
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Por su parte, Alejandra del Castillo señala que Siempre estuve en riesgo expone cómo hay mujeres que viven con miedo en sus entornos personales.
“Pensar que una mujer vive en un riesgo constante es terrible, pero sucede en las calles, en tu casa, en el trabajo, con tu novio, en el hospital donde van a atenderte, cuando tienes un embarazo adolescente, cuando compartes una imagen íntima en confianza y se voltea… y bueno, no podemos omitir el feminicidio”, declaró la escritora.
Ambos autores coinciden en que el Estado, específicamente el Poder Ejecutivo, debe hacer más por combatir la violencia machista, aunque lamentaron que el tema no parezca prioritario y, al contrario, parece ser ignorado cuando se da el respaldo a candidatos con denuncias por violación, como es el caso de Félix Salgado Macedonio.
“El caso Salgado Macedonio no se puede obviar. Es grave que una persona así se sustente tras un cargo de representación. Si no se rompe el pacto eres parte y testigo de un problema donde no importan las mujeres”, declaró la autora de Siempre estuve en riesgo.
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