Nacida el 18 de agosto de 1920 en Montevideo, Uruguay, Idea Vilariño fue una importante poeta, crítica literaria, traductora, compositora, ensayista y educadora que nació en una familia de clase media y culta, entre los que destacaban la literatura y la música.
Su destreza ante los poemas vino desde su padre, Leandro Vilariño, quien a pesar de contar con un gran repertorio de estos escritos, ninguno fue editado sino hasta después de la muerte de éste. Tanto Idea como el resto de sus hermanos (Numen, Poema, Azul y Alma) estudiaron música y de la mano de su madre repasaban literatura europea.
Comenzó a escribir poemas a la edad de 17 años, los cuales se han descrito como maduros. La primera obra en ser publicada en 1945 fue La suplicante. No obstante, esto solamente sería el principio de una premiada y galardonada carrera que se conocería a nivel internacional.
(…)Quién era usted. Usted, el haz de espadas. Usted, que dejó trescientas páginas de poemas, nada más, y sin embargo. Usted, que se murió en abril y en 2009 y que a su entierro fueron doce. Usted, que dejó una nota: “Nada de cruces. No morí en la paz de ningún señor. Cremar” pic.twitter.com/701N6aIZLU
— Alejandra Casablanca – nieta de inmigrantes (@NegraCasablanca) April 28, 2021
La esencia que Idea Vilariño dejaba ver en cada uno de sus poemas estaba repleta de experiencias íntimas, intensidad y angustia; sin olvidarse de la coherencia en cada uno de ellos. De acuerdo con expertos, esto se debía a los continuos problemas de salud que padeció desde pequeña.
La escritora padecía asma y eccema desde niña, lo que la obligó a dejar el núcleo familiar a los 16 años. La fragilidad de su cuerpo se extendió hasta a la emoción, dándole una sensibilidad especial. La muerte prematura de sus padres y su hermano mayor no fueron de ayuda, haciendo del dolor una eternidad en su vida.
En 1952 comenzó como educadora en ejercicio y profesora de Literatura de Enseñanza Secundaria hasta 1973 cuando se daría el golpe de estado. Para 1985, una vez restaurado el sistema democrático, fue docente de Literatura uruguaya en el Departamento de Literaturas Uruguaya y Latinoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República.
Fue integrante del grupo llamado Generación del 45, en los que también eran parte Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Sarandy Cabrera, Carlos Martínez Moreno, Ángel Rama, Carlos Real de Azúa, Carlos Maggi, Alfredo Gravina, Mario Arregui, Amanda Berenguer, Humberto Megget, Emir Rodríguez Monegal, Gladys Castelvecchi y José Pedro Díaz, entre otros.
Idea Vilariño (18 de agosto, 1920 – 28 de abril, 2009)
Al morir, dejó una nota que decía:
“Nada de cruces. No morí en la paz de ningún señor. (…). Cremar”. pic.twitter.com/WJMdNkxjRb— Sofía Masdeu (@MasdeuSofia) April 28, 2021
Su vida amorosa al lado del novelista Juan Carlos Onetti fue tormentosa, y muchas de sus obras reflejan lo que vivió con el literato; sin embargo, esto acabaría, tal como lo explicó Idea Vilariño en Ya no, cuando Onetti la dejó para casarse con otra mujer.
Poemas de Idea Vilariño
- Desnudez total
Ya en desnudez total
extraña ausencia
de procesos y fórmulas y métodos
flor a flor,
ser a ser,
aún con ciencia
y un caer en silencio y sin objeto.
La angustia ha devenido
apenas un sabor,
el dolor ya no cabe,
la tristeza no alcanza.
Una forma durando sin sentido,
un color,
un estar por estar
y una espera insensata.
Ya en desnudez total
sabiduría
definitiva, única y helada.
Luz a luz
ser a ser,
casi en amiba,
forma, sed, duración,
luz rechazada.
- Amor
Amor
desde la sombra
desde el dolor
amor
Te estoy llamando
desde el pozo asfixiante del recuerdo
sin nada que me sirva ni te espere.
Te estoy llamando
Amor
como al destino
como al sueño
a la paz
te estoy llamando
con la voz
con el cuerpo
con la vida
con todo lo que tengo
y que no tengo
con desesperación
con sed
con llanto
como si fueras aire
y yo me ahogara
como si fueras luz
y me muriera.
Desde una noche ciega
desde olvido
desde horas cerradas
en lo solo
sin lágrimas ni amor
te estoy llamando
como a la muerte
amor
como a la muerte.
- No supiste
Pobre mi amor
creíste
que era así.
No supiste.
Era más rico que eso
era más pobre que eso
era la vida y tú
con los ojos cerrados
viste tus pesadillas
y dijiste
la vida.
- Todo es muy simple
Todo es muy simple mucho
más simple y sin embargo
aun así hay momentos
en que es demasiado para mí
en que no entiendo
y no sé si reírme a carcajadas
o si llorar de miedo
o estarme aquí sin llanto
sin risas
en silencio
asumiendo mi vida
mi tránsito
mi tiempo.
- Vive
Aquel amor
aquel
que tomé con la punta de los dedos
que dejé que olvidé
aquel amor
ahora
en unas líneas que
se caen de un cajón
está ahí
sigue estando
sigue diciéndome
está doliendo
está
todavía
sangrando.
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