Un día como hoy, pero de 1915, nace en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos, Eleanora Fagan, mejor conocida en el medio musical por su nombre artístico, Billie Holiday, considerada una de las más grandes voces del jazz de todos los tiempos.
La cantante, quien creció en un complicado entorno, inició su carrera en la música trabajando en clubes nocturnos de Harlem, hasta que fue descubierta a los 18 años por el productor John Hammond, con quien grabó su primer disco con el clarinetista Benny Goodman.
Holiday ganó reconocimiento y pronto llegó al estrellato con su “fraseo inimitable y su intensidad dramática”, con canciones conmovedoras y una “técnica innovadora”, destaca su página web oficial.
Este día recordamos a Billie Holiday recorriendo algunos datos sobre su historia que la llevaron a ser una de las grandes cantantes que marco una época, así como los conflictos y problemas que tuvo que enfrentar en su vida.
Infancia complicada
La madre de Billie era solo una adolescente cuando dio a luz, siendo una persona negra, de bajos recursos y sin estudios, el conseguir empleo no le fue fácil, por lo que se dedicó entre otras cosas, a la prostitución, una práctica que Holiday también desempeñó antes de iniciar su carrera musical.
No tuvo formación técnica
Billie Holiday nunca recibió formación técnica musical ni aprendió a leer partituras, sin embargo, esto no le impidió convertirse en la mejor cantante de jazz de su época.
Protesta por los derechos civiles
En la década de 1930, cuando su carrera se encontraba en auge, Billie Holiday se presentó en el Cafe Society en Manhattan, donde presentó Strange Fruit, una composición que narra la historia de un linchamiento de personas negras, en el sur de Estados Unidos. Esta, es considerada como la primera canción de protesta sobre los derechos civiles.
Origen de su apodo
Lester Young, uno de los grandes músicos del jazz, fue quien le puso el apodo de “Lady Day”. Billie y él se convirtieron en inseparables compañeros de música y en mejores amigos.
Autora de clásicos
En 1939, junto a Arthur Herzog, Jr., escribió God Bless The Child, una canción que “trasciende los siglos y que ahora forma parte del gran cancionero y léxico del jazz estadounidense”, destaca la biografía de la cantante en su página oficial.
Holiday murió a los 44 años debido a las adicciones con las que lidiaba. En el 2000 fue incluida en el Salón de la Fama del Rock and Roll.
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