El racismo, la xenofobia y el sexismo son reales en Estados Unidos, aseguró la vicepresidenta Kamala Harris durante una visita a Atlanta, ante la negativa de reconocer como un ataque racista y misógino el tiroteo perpetrado en dicha ciudad, el pasado martes, en una zona de salones de spa asiáticos que tuvo como saldo ocho mujeres muertas.
Este martes, un joven de 21 años identificado como Robert Aaron Long, realizó tres ataques con armas de fuego a spas asiáticos de Atlanta y asesinó a ocho mujeres trabajadores de estos centros, seis de las cuales eran de ascendencia asiática.
El ataque ha puesto el debate sobre el racismo y la misoginia, pues la policía calificó lo sucedido como un “mal día” en la vida del joven asiduo de una iglesia bautista ultra conservadora.
Today @POTUS and I met with Asian American leaders in Atlanta, Georgia to discuss the rise in attacks against the community. We want Asian Americans in Georgia and across our nation to know: We won’t be silent. We won’t standby. We will always speak out against violence.
— Vice President Kamala Harris (@VP) March 19, 2021
Son problemas reales
Al respecto, Kamala Harris se pronunció sobre lo sucedido y remarcó que el racismo, la xenofobia y el sexismo son reales en Estados Unidos, y no son un tema nuevo.
“El racismo es real en Estados Unidos, y siempre lo ha sido. La xenofobia es real en Estados Unidos, y siempre lo ha sido. El sexismo también”, denunció la vicepresidenta Harris.
Durante su discurso, Kamala Harris hizo especial énfasis en que desde hace siglos existe una discriminación contra la población asiática con leyes que incluso prohibían la compra de propiedades a chinos.
Today @POTUS and I met with Asian American leaders in Atlanta, Georgia to discuss the rise in attacks against the community. We want Asian Americans in Georgia and across our nation to know: We won’t be silent. We won’t standby. We will always speak out against violence.
— Vice President Kamala Harris (@VP) March 19, 2021
“Tuvo un mal día”
La declaración se da en un contexto en el que el jefe de la Policía de Atlanta minimiza el ataque de Robert Long a una “mala reacción” ante un “mal día”, mientras crecen las sospechas de que se trató de un ataque racista y misógino que pudo haberse detonado por el contexto personal del atacante.
De acuerdo con medios como The Washington Post, personas cercanas a Long consideran estaba pasando por varios conflictos personales luego de terminar con su pareja por sus problemas de adicción a la pornografía y su obsesión por acudir a spas asiáticos para recibir masajes y pagar por favores sexuales.
El medio estadounidense recoge varios testimonios en los que se menciona que el tirador lidiaba con sus problemas de adicción al sexo y la pornografía desde 2019, mismos que se contraponían con sus deseos de seguir de forma estricta los mandamientos de su la iglesia bautista de Crabapple, lugar donde creció.
Dicha iglesia dirigida por el reverendo Jerry Dockery es conocida por sus estrictas normas de comportamiento que consideran pecado “el adulterio, la fornicación, la homosexualidad, la conducta bisexual, la bestialidad, el incesto, la poligamia, la pedofilia, pornografía y cualquier intento por cambiar de sexo o rechazar el sexo biológico con el que se nace”.
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