Enviar nudes o imágenes con material personal íntimo es una decisión propia, que debe ser tomada conscientemente, no bajo amenazas, y que es parte de la libertad sexual, sin embargo, y lamentablemente, cada vez es más frecuente la extorsión a través de la amenaza de compartir estas fotografías a través de internet.
A lo anterior se le llama sextorsión, situación que afecta principalmente a las mujeres, según datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), y que es un acto de violencia digital.
“Ocurre cuando una persona chantajea a otra, con la amenaza de difundir algún contenido audiovisual de carácter sexual que la involucre”, define la dependencia gubernamental sobre la sextorsión
El delito se comete con el fin de obtener dinero, el dominio sobre la voluntad de la víctima o la victimización de la persona afectada.
Se usa como venganza
La sextorsión también se puede dar como acto de venganza en el que, tras el deterioro de una relación, ésta termine por convertirse en destructiva o en una enemistad, lo que generalmente ocurre por parte de exparejas, destaca Fundación en Movimiento.
De acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, a través de la Unidad Estatal de Delitos Electrónicos e Informáticos, las imágenes se pueden obtener “mediante webcam, correo electrónico, mensajería instantánea, dispositivos móviles o electrónicos: es decir, por todos los medios que sirven para realizar sexting o el intercambio de material erótico”.
Esto afecta tanto a adolescentes como adultos, y se destaca que las fotografías suelen obtenerse en el contexto de una relación sentimental, exparejas o conocidos, además de que otro de los objetivos de la sextorsión puede ser el abuso sexual o la explotación pornográfica.
¿Qué hacer si eres víctima?
Si te encuentras en una situación de extorsión sexual, lo primero, aunque parezca complicado, es mantener la calma, cortar la comunicación con quien te este chantajeando y no acceder a lo que se te solicita, de acuerdo con recomendaciones de SOS Sextorsión.
E.M.E de Mujer destaca que se deben tomar capturas de las pruebas para mostrar la extorsión, y acudir a una persona de confianza para contarle lo ocurrido y que te acompañe en el proceso de denuncia.
Recuerda que la Ley Olimpia sanciona la violencia digital y mediática a quien “videograbe, audiograbe, fotografíe, imprima o elabore, divulgue, comparta, distribuya o publique imágenes, videos o audios de contenido íntimo sexual de una persona” mediante medios digitales o análogos sin su consentimiento, aprobación o autorización.
reminder de la Ley Olimpia 💜💜 para quien lo necesite pic.twitter.com/AqwGMVO3zC
— akira (@ximenaxsan) March 12, 2021
En la Ciudad de México puedes realizar tu denuncia de dos maneras, presencialmente, en el Ministerio Público o de forma digital en el siguiente link.
Además, también puedes realizarlo ante la policía cibernética capitalina: [email protected], Teléfono: 52425100, ext. 5086.
En el país, también puedes acudir ante el Ministerio Público correspondiente o, según datos de Expansión, puedes comunicarte a la policía cibernética de la capital del país para que esta te dirija con la correspondiente a tu entidad, o en caso de que no la tenga, ante las autoridades indicadas.
La Unidad de Inteligencia Cibernética de la #PDI combate la #Sextorsión, que consiste en el chantaje por medio de la distribución, difusión, exhibición, transmisión o comercialización de contenido íntimo de una persona sin su consentimiento. #Denuncia al (55)52009000 pic.twitter.com/rXsm4hEoHy
— Policía de Investigación (@PDI_FGJCDMX) March 11, 2021
Por otra parte, Facebook cuenta con una herramienta para que, en caso de que compartan tus fotografías, este pueda identificarlas y bloquearlas de las distintas redes en donde se esté difundiendo tras reportarlas. Este es el link de “nunca sin tu consentimiento”.
También te puede interesar:
En México, es más probable ser víctima de violencia de género que de Covid-19
Organizaciones que apoyan a víctimas de violencia sexual
¿Cómo apoyar a una víctima de violencia doméstica?
Frases de alerta dentro de una relación de pareja o que normalizan la violencia