El centro y sur de los Estados Unidos ha registrado durante los últimos días una ola de frío que ocasionó tormentas de nieve y temperaturas tan bajas que se han convertido en récord en la historia de ese país.
Lo anterior trajo como consecuencia el congelamiento de los ductos de gas natural, así como el aumentó de la demanda de electricidad, lo que, como ha trascendido, ocasionó apagones no solo en el país del norte, sino también en México.
Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Sonora y Sinaloa fueron las entidades afectadas con el corte en el servicio de luz, debido a que el país se surte de gas natural desde Texas, en donde se registraron temperaturas de hasta -18 grados.
El Servicio Meteorológico Nacional estadounidense, (NWS, por sus siglas en inglés), explicó que la tormenta invernal que azota parte del territorio norteamericano se debe a un brote ártico, el cual proviene de la frontera entre ese país y Canadá, de acuerdo con lo recabado por la BBC.
¿Están bajando los white walkers del Ártico?
🧊🥶
¿O por qué se están congelando en Texas y Coahuila (y más!)? 🧵 pic.twitter.com/QZTxfLB7Lt— Ber Bastien-Olvera (@Capi_Planeta) February 16, 2021
Este brote de aire frío, el cual trae consigo la caída de nieve y un descenso de las temperaturas, normalmente se quedan en el Ártico, sin embargo, está vez se trasladó a través de Canadá hasta llegar a Estados Unidos.
De acuerdo con The New York Times, el papel del cambio climático ocasionado por el calentamiento global en las recientes tormentas en Estados Unidos, las cuales han sido calificadas como históricas, aún está siendo analizado por los científicos.
Según datos de National Geographic, especialistas aseguran que “esta tormenta de nieve está íntimamente ligada con el cambio climático”, pues, aunque pueda resultar difícil de creer, las inusitadas temperaturas podrían ser causadas por el aumento creciente de los gases de invernadero.
¿Por qué surge esta relación?
La NASA explica que los científicos atribuyen el cambio climático al calentamiento global, el cual se produce “cuando la atmósfera atrapa el calor que se irradia desde la Tierra hacia el espacio”.
Esto se produce mediante el efecto invernadero, el cual es una reacción normal que propició la vida en la tierra, pues gracias a los Gases de Efecto Invernadero (GEI) se retiene el calor necesario. Sin embargo, con el aumento en la emisión de estos debido a diversas actividades de la vida moderna, más calor se queda en la tierra, volviendo impredecible el clima.
“Dado que la temperatura media de la Tierra aumenta, los vientos y las corrientes oceánicas mueven el calor alrededor del globo de modo que pueden enfriar algunas zonas, calentar otras y cambiar la cantidad de lluvia y de nieve que cae”, explica National Geographic.
Estos cambios pueden ocasionar situaciones como el calentamiento de los océanos o el derretimiento parcial del hielo y los glaciares, lo que causaría un aumento en el nivel del mar. Afectaciones a las áreas de cultivo debido a las cambiantes temperaturas, así como modificaciones en regiones, pues mientras unas se harán más secas otras se volverán más húmedas.
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