Aunque Gabriel Soto pidió respeto después de que se filtró uno de sus vídeos íntimos, no sólo el clip y las capturas de pantalla siguen circulando por la red, sino que ya hasta le crearon su propia piñata, la cual, claro, no incluye ropa.
Fue el personal de la ya famosa Piñatería Ramírez quien se encargó de crear la piñata de Gabriel Soto, el mismo negocio que se hizo famoso debido a sus originales creaciones inspiradas en personajes de tendencia.
Sin embargo, como sucedió con el vídeo íntimo, esta piñata ha generado mucha controversia porque se considera demasiado explícita: el muñeco “Gabriel Soto” está completamente desnudo y con el miembro erecto.
“Por que ustedes lo pidieron a gritos ..y Piñateria RAMIREZ los consiente..😬😬🙊🙈🙉☝🤗💅💪💃🤤🤤🤤 piñata con palo incluido..🤤🤤🤤 ..poniendo a prueba mi heterosexualidad..🙈🙈🙈✌✌😎😎…….pues me la borraron. [sic]”, se lee en la publicación de Instagram.
Tras la viralización de la piñata de Gabriel Soto, varios usuarios acudieron a las redes sociales de la Piñatería para expresarles que le están faltando al respecto al actor con su creación, así como que están cometiendo un delito al divulgar material de índole sexual.
Sin embargo, los dueños del negocio contestaron groseramente a los comentarios y argumentaron que “su trabajo es para la gente que le guste”. Además, siguen promocionando su piñata y posteando diversas fotos de ella.
‼️ ATENCIÓN, AMIGXS‼️
Reproducir, difundir, compartir, imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de Gabriel Soto (@gabrielsotoMEX) es un DELITO contemplado y sancionado por la legislación penal. Difundirlo y/o reproducirlo tiene como consecuencias una PENA#LeyOlimpia pic.twitter.com/5Y3iRfE1po— Abogadas rosas (@Abogadasrosas) December 21, 2020
Hasta el momento, Gabriel Soto no se ha manifestado sobre esta piñata, pero anteriormente dejó claro que procederá legalmente en contra de las personas que filtraron su video, y de quienes lo difundan y lucren con él – tal es el caso de la Piñatería Ramírez.
Recordemos que en México, de acuerdo con la Ley Olimpia, el compartir imágenes de una persona contra su voluntad, así como el acoso, hostigamiento y la difusión de contenido sexual en plataformas de internet o redes sociales se castiga hasta con seis años de prisión.
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