Las brujas: un concepto de mucha influencia en la industria de la moda

A diferencia del siglo pasado cuando se sacrificaba y quemaba a las mujeres que no cumplían con los estándares establecidos en los roles de género, ahora las llamadas “brujas” están de moda.

Al menos para la generación milenial, el 72 por ciento se definen como espirituales y no religiosos, según una encuesta realizada en 2009, esta tendencia ha estado acompañada, desde entonces, por el pensamiento New Age y prácticas de gran popularidad como la meditación, la ley de la atracción y el pensamiento mindfullness que ha dado un giro y ha resignificado la magia y el poder místico en otro sentido.

Un refuerzo positivo de que la magia de las brujas ha sido resignificada por esta generación es por los motivos con los que se identifican ahora pero que antes eran una versión caricaturizada de las brujas, basada en la idea de lo temibles que eran; con una relación cercana a la maldad; sin embargo la moda ha retomado algunos de los simbolismos de este personaje, que la mayoría de veces fue vista como una antagónica.

Frases como “somos las nietas de las brujas que no pudieron quemar” que escribió Tish Washer en su novela Las brujas de Blackbrook (2015), se ven estampadas en pancartas, en manifestaciones feministas, en playeras, etcétera, lo que da cuenta de una popularización de hacer una analogía de la bruja con el empoderamiento femenino.

Pero la influencia del concepto de las brujas en la moda no sólo engloba lo que se populariza dentro de una causa, sino cuando se materializa en industrias, como el de las pasarelas.

La reciente colección de la firma Christian Dior SS17 será recordada por esa consigna brujil: “We should all be feminists” con la que la diseñadora Maria Grazia Chiuri incluyó un ejército de brujas con 28 salidas en negro, imágenes del Tarot estampadas sobre ligeros vestidos y estampadas de insectos, murciélagos y estrellas de cinco puntas bordadas en los atuendos.

Pero también en el cine y la televisión ha habido una fuerte tendencia a crear películas o series con estereotipos bien marcados y que no criminalizan a las brujas, ahora se ha moldeado nuestra idea general de cómo las brujas son en realidad, como se visten y cuáles son las motivaciones que las impulsan a tomar el control con sus hechizos.