Probablemente no haya muchos creyentes sobre la existencia de Robin Hood, sobre todo porque la mayoría lo conocemos por haber protagonizado películas fantasiosas como la de Disney en 1973, aquella protagonizada por Erron Flyn y titulada Las historias de Robin Hood en 1938 o bien hasta 1991 con Kevin Costner. Sin embargo, aunque tal vez este emblemático no existió tal y como nos lo presentan en las películas, sí existió en la Edad Media.
Los relatos sobre Robin Hood comienzan desde la leyenda de 1377 en el que tres cronistas escoceces relatan su aparición a finales del siglo XII y otros del XIII. La historia se volvió cada vez más popular cuando se inventó la imprenta y Robin Hood fue puesto en tinta y fue cada vez más replicado.
En esas primeras crónicas no era un héroe, era un simple personaje local. Es hasta 1800 cuando comenzó a crearse la figura del ladrón que les ofrecía su mercancia a los pobres. Además, es en aquellos documentos antiguos en los que se encuentra la clave sobre el probable verdadero hombre detrás de Robin Hood ya que hay un hombre que se presentó en los juzgados de 1261 que llevaba por apodo Robehod, lo cual sólo da entrada a saber que era reconocido por algo.
En esos mismos documentos se habla de que ese Robehod se convierte en sheriff de Nottingham, lo cual resulta curioso por como después a las leyendas se les atribuyó éste como el enemigo principal de Robin Hood. Hasta la fecha es una duda sin resolver.
