Muchas cosas están cambiando con la llamada “nueva normalidad” y la extensión de la cuarentena, incluidas las industrias del cine, el entretenimiento y la moda, esta última valiéndose de los últimos recursos tecnológicos: vestidos digitales y realidad aumentada.
Sí, leíste bien: vestidos digitales y realidad aumentada es la dirección que las firmas más prestigiosas de moda están tomando, además de las pasarelas virtuales, como una forma de mermar algunas de las afectaciones que trajo consigo la pandemia mundial.
Vestidos y consumidores virtuales
De acuerdo con el reporte de Forbes, la empresa pionera en estas propuestas es The Fabricant la cual ya trabajó con marcas como Tommy Hilfiger o Puma, mismas que ya estrenaron sus colecciones de vestidos digitales hechos para avatares digitales.
Así como leíste: las grandes marcas están diseñando vestidos para los avatares digitales, animaciones hiperrealistas de sus clientes con software de animación 3D y escaneo corporal, que también se vale de efectos visuales como la captura de movimiento.
La primera propuesta de vestido digital se llama “Irisdescence” el cual ya se vendió en Nueva York por nueve mil 500 dólares (cerca de 210 mil pesos mexicanos).
Realidad aumentada para comprar
Otros miembros de la industria apuestan por sumarse al creciente mercado del comercio electrónico, pero con innovaciones que se valen de la realidad aumentada para mejorar la experiencia de compra de los clientes.
Una de estas empresas, Burberry, trabaja con Google para proyectar un producto que se pueda comparar con otro objeto y así dar una idea más realista del tamaño de lo que se busca comprar.
Algunas marcas como GAP y Gucci aún no le deciden apostar por los vestidos digitales, pero sí por probadores virtuales que también funcionan con realidad aumentada. Con ello, los clientes podrán verse con las prendas que desean adquirir sin necesidad de probárselas.
Con información de Forbes
