Realizar alguna rutina de ejercicios o una actividad física moderada o intensa es una excelente manera de iniciar la mañana, pues la energía llegará a tu cuerpo y te hará sentir mejor tanto física como mentalmente.
Por supuesto que repetir actividades o tener una determinada al momento de activarse puede ser placentero, pues da la seguridad de saber en qué se está trabajando, cómo se hace y mejorar en esa línea.
Sin embargo, de vez en cuando vale la pena salirse de la rutina e intentar algo nuevo que le sume a tu bienestar, pero que te ponga en un espacio que por el hecho de intentarlo te rete o te sorprenda positivamente, pues probablemente lo desconocido o algo que no sueles practicar implique esas reacciones.
¿Qué hacer?
Estás son algunas opciones de actividades distintas que puedas intentar realizar cuando te sientas un poco agotada de la rutina:
Levántate antes del amanecer y haz una caminata ligera o si prefieres corre hasta un espacio en el que la vista o el contexto sea agradable y espera ahí al amanecer. Será una práctica que implica alcanzar el punto que buscas antes de que el paisaje se torne naranja y te dará ese espacio breve en el que sale el sol para descansar de la caminata o del trotar con una vista increíble.
Utiliza la bicicleta, ya sea en la modalidad estática, en espacios cerrados, en donde ponen música, luces y la voz de una instructora o instructor te motiva para continuar pedaleando, o en el exterior, sitio en el que la sensación y las vistas sumarán para que el ejercicio sea más que agradable.
Baila, no importante si es dentro de casa, en clases o en el exterior. Pon la música que te agrada y deja que tu cuerpo fluya con ella. También puedes hacerlo inscribiéndote a un curso para aprender o tomándolo a través de videos en internet.
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