La ciencia detrás de “la mano de Dios” de Maradona

Maradona pudo haber visto la jugada segundos anticipados para saber que podría meter el balón con la mano, según físico de la UNAM.

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Muere a los 60 años Diego Armando Maradona, leyenda del futbol argentino
EFE

La jugada conocida como “la mano de Dios” académico Jorge Flores Valdés, del Instituto de Física (IF) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) estudió durante años los movimientos del balón futbol desde su campo de estudio: la física, y antes de su fallecimiento, heredó algunas pistas sobre la explicación teórica del mítico gol de Maradona en la Ciudad de México en 1986.

El académico dijo en entrevista con el periódico El Universal que entre las jugadas que se dedicó a estudiar fueron el “tiro libre” o también conocido como “tiro con chane”, una de las técnicas en las que destacaba el futbolista argentino Diego Armando Maradona, y la que le valió el récord de 59 goles a través de este tipo de disparo.

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Sin embargo sobre la jugada conocida como “la mano de Dios” del ahora fallecido Diego Armando Maradona, el físico expuso que “el tiempo de reacción de un deportista para un estímulo visual es del orden de 0.15 segundos”, a diferencia de una persona promedio quien tarda un aproximado de 0.25 segundos.

De este modo, el especialista reconoció la existencia de dos alternativas para el culmino del gol. “Desde el inicio del salto, Maradona sabía que tendría que darle con la mano a la pelota dado que la jugada se desarrolla en una fracción de tiempo del orden a su tiempo de reacción (premeditación)”.

La otra de las posibilidades es que actuara “simplemente por impulso del salto, lo que lo llevo a estirar la mano izquierda golpeando el balón”, detalló.

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Además, el físico explicó la importancia de tomar en cuenta cómo afecta el material del balón en su trayectoria, ya que “la forma y superficie del balón, si es rugosa, muy lisa o si tiene diseños, todo eso afecta el movimiento de la pelota y tiene mucho que ver con el rebote en el suelo; también está la masa y el diámetro de la pelota”.

Además el aire puede producir un cambio radical en el movimiento más evidente, pues así como hace que se mueva más rápido en una dirección, es más lento en otra. “Entonces la presión que ejerce es diferente arriba y abajo y eso cambia la trayectoria, por lo que puede engañar al portero, que al principio espera algo parecido a la trayectoria parabólica, pero como gira en el aire, se puede desviar y es lo que hace que se vaya a meter en el arco, en la esquina o en el ángulo”, explicó el experto.