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Sí puedes parar: relájate y practica esta meditación para principiantes

Este método sencillo de meditación se basa en la respiración y tiene múltiples beneficios

Pexels/Aretha Ferguson

En esta época, elevar las endorfinas y fortalecer tu sistema inmunológico es esencial. Por eso y para celebrar el 15 de agosto, Día Mundial de la Relajación, te vamos a poner en pausa y a enseñar un método infalible y antiguo de meditación, además de sencillo, para que tengas una mejor respuesta ante el estrés y vivas más cómodamente.

En el momento de nacer, lo primero que hace un bebé no es llorar; lo primero que hace es tomar mucho aire para llorar. Esta sutil pero contundente realidad nos indica lo importante que es la respiración en el inicio y final —con el último aliento— de nuestra vida.

Asimismo, la meditación también comienza con este sencillo acto.

 

¿Nunca has hecho meditación?

Si piensas que es una costumbre rara o que no es para ti, déjanos decirte que mucha veces en la vida has hecho algo muy parecido a la meditación. Sin darte cuenta. Y no nos referimos a esa prácticamente imposible tarea de poner “la mente en blanco” —algo que a muchos desanima, molesta o acongoja—. Es más, ni lo intentes.

El secreto de una meditación no es elevarse del suelo ni convertirse en un ungido que tiene poderes mentales; tampoco lo es pensar en un problema que te aqueja para hallar la solución. El meollo del asunto es entrenar la mente para enfocarla en algo.

¿Recuerdas ese momento de apreciar una obra de arte, al sumergirte en el universo de un libro o una película, al ver los ojos de la persona que amas? Seguramente te habrás dado cuenta, después, cuando decimos que “volvemos a la realidad”, que todo alrededor se borró. Pues meditar es algo parecido, pero no lo mismo.

“El dolor es inevitable;
el sufrimiento es opcional.”
Máxima budista

Meditar es estar en el mundo

Aunque hay momentos en que inconfundiblemente nos sentimos en el famoso aquí y ahora, por lo general son instantes a los que llegamos de manera automática. Por lo tanto, sumando estos momentos no serás una experta o experto meditador. Hay más.

“El cuerpo no puede vivir sin la mente”, dice Morfeo a Neo, en la película Matrix, cuando pregunta si puede morir dentro de la realidad simulada por las máquinas. De igual forma, la mente debe recibir un entrenamiento constante, como el cuerpo, para conservar la salud. Ahora, sabiendo esto, prepárate para una rutina mental que te hará sentirte mejor.

Meditación para principiantes

Como en el gym, prepara las condiciones y “herramientas” que te permitirán entrenar la mente de manera cómoda.

El mejor momento: la meditación no debe hacerse como una rutina aburrida. Debe practicarse de forma plena y consciente. Sabemos que tus ocupaciones son muchas, pero unos minutos al día todos los tenemos. Además, es un espacio dedicado para ti. No le dediques el tiempo que te sobra a tu meditación.

El lugar: una habitación o estancia alejada del ruido, con luz tenue (de preferencia natural) es la primera condición a tener en cuenta. Por favor: apaga el celular, la compu y la televisión.

La posición: los grandes meditadores coinciden en que debes meditar sentada o sentado, nunca como si fueras a dormir. Recuerda que estás entrenando la mente. Para ello, puedes estar en flor de loto, sobre una silla o en piso, siempre sin apoyo en la espalda, para que así esta parte del cuerpo quede totalmente vertical y recta.

¿Música? Si es relajante y adecuada para la meditación, ¡adelante! Sólo cuida que no acapare tu atención. Igual si prefieres poner un infusor o incienso a tu lado.

Pexels/Polina Tankilevitch

 

Listos, a comenzar la meditación

Si ya tienes todo lo necesario para iniciar este viaje, comencemos.

  1. Ahora, cierra los ojos y céntrate en la respiración. De preferencia, ubica un punto imaginario en la punta de tu nariz, o dibuja con la mente el contorno de tus narinas (la entrada de los dos orificios nasales). Siente como entra y sale el aire.
  2. Una ves hecho esto, enfócate en la inhalación. Cuenta 10 inhalaciones seguidas; si en el ínter aparecen emociones, imágenes mentales o algún ruido exterior llama tu atención, de manera amable, aceptando todo tal cual es, vuelve a comenzar desde el 1. Así hasta que logres alcanzar las diez. No te desanimes, porque lo más seguro es que regreses demasiadas veces. Recuerda: es un entrenamiento y requieres poner tu mente en forma, poco a poco, sin “anabólicos”. Repite la serie unas 3 veces.
  3. En seguida, haz otro conteo del 1 al 10, pero ahora enfocando tu atención en las exhalaciones. Igual que en el paso anterior, regresa al número 1 si algo interrumpe el flujo de tu conteo. También realiza 3 series.
  4. Ahora, haz el conteo del 1 al 10, pero con ambos movimientos: exhalación e inhalación; 10 de una, 10 de otra. Con las mismas indicaciones que en los anteriores dos pasos.
  5. Al final, deja que las inhalaciones y exhalaciones fluyan de manera natural, sin contarlas, solo centrándoles en ese movimiento. Tú sabrás cuándo detenerte.

Para yoguis y monjes budistas, lo mínimo que debes meditar al día son 30 minutos, de preferencia tres veces al día. ¡Pero no te preocupes! Si puedes, comienza con 5 o 10 minutos cada día, hasta que puedas aumentar el tiempo sin presiones y de manera natural. Si a la primera puedes meditar mucho más que 10 minutos, ¡felicidades, sigue así!



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