A lo largo de la historia, es difícil encontrar rastros de personalidades transgénero. Sin embargo, muchas personas que desafían el género han hecho contribuciones a la ciencia, las artes y las ciencias sociales durante más de 4 mil años.
Estas preciosas fuentes nos prueban de una vez por todas que la lucha por el reconocimiento de la transidentidad no es una moda de nuestro tiempo. Aquí hay una lista de 4 personalidades trans que debes conocer para comprender mejor el movimiento actual.
4 personalidades transgénero en la historia
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Lucy Hicks Anderson
Lucy Hicks Anderson siempre supo que era una mujer. En la década de 1890 en Kentucky, el nacido como Tobias Lawson insistió desde temprana edad en ser llamado Lucy y en que se le permitiera usar túnicas. Su madre se mostraba preocupada por lo que opta por llevarlo con un médico cuando tenía 9 años.
En ese momento, la identidad trans era un término desconocido. El médico le explicó a su madre que Lucy podía vivir así si así lo deseaba. Su madre la educó como mujer. Así, Lucy siempre se presentó como una mujer. Tanto es así que nadie estaba al tanto de su género biológicamente masculino. Logrando continuar su vida de mujer, se casa. Se convirtió en ama de llaves, niñera, cocinera y luego anfitriona reconocida por importantes personalidades.
Por infortunio, alguien reveló su secreto tras un examen médico. Posteriormente es procesada, acusada de perjurio, fraude y encarcelada. Lucy Hicks Anderson se convierte en la primera mujer trans en defender su identidad y sus derechos ante los tribunales de Estados Unidos. También es conocida por ser uno de los primeros casos documentados de una persona trans afroamericana.
“Desafío a todos los médicos del mundo a que demuestren que no soy una mujer. Viví, me vestí, actué como soy, una mujer”, Lucy Hicks Anderson.
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Lili Elbe
Nacido en Dinamarca con sexo biológicamente masculino, el pintor Einar Magnus Andreas Wegener se somete a cirugía. Cambia su nombre a Lili Ilse Elvenes. La que los medios apodarán “Lili Elbe”, una de las primeras mujeres trans en someterse a una cirugía de reasignación de sexo en la década de 1930.
También era lesbiana, en una relación con Gerda Gottlieb, una artista danesa. Su destino es trágico, ya que muere tres meses después de su trasplante de útero, a la edad de 48 años. Su vida inspiró “La chica danesa”, una novela de David Ebershoff (2000), y en 2015 una película homónima de Tom Hooper. Esta biografía ha sido criticada en particular por haber tomado la decisión de retratar a una mujer trans con un actor cisgénero.
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Marsha P. Johnson
Nacida en 1945 en el estado de Nueva Jersey en los Estados Unidos, Marsha P. Johnson fue una mujer trans y trabajadora sexual muy activa en el movimiento LGBT. En 1970, fundó con la activista trans Sylvia Rivera la STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries) para acoger a jóvenes LGBTQI+ de la calle. Y hasta su misteriosa muerte a los 46 años, entregó su energía a la asociación Act Up, para defender a las personas seropositivas y su acceso a la atención.
Marsha P. Johnson es quizás la más famosa de las personalidades trans de esta lista. La activista estadounidense es conocida por estar en el origen de los disturbios de Stonewall, y por lo tanto del Orgullo. La leyenda dice que arrojó el primer ladrillo a los coches de policía, lo que dio inicio a los disturbios de 1969.
Se convirtió en un verdadero icono, en particular para Andy Warhol, quien dibujó su retrato en 1974 en su serie fotográfica “Damas y caballeros”, dedicada a las drag queens. En 2017, Netflix le dedicó el documental biográfico “La muerte y la vida de Marsha P. Johnson”, que repasa su viaje y su muerte en 1992.
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Eugenio/Eugenia
A principios de la Edad Media, cierta Eugenia aparece en los manuscritos como una santa, una mujer. Entre los siglos X y XIII, se convirtió en el monje “Eugenio”. Luego, hacia el final de la Edad Media, Eugenio vuelve a ser representado como una mujer.
Según la historia, Prothe y Hyacinthe, dos hermanos eunucos (y por tanto castrados), convierten a Santa Eugenia al cristianismo. Se corta el cabello, se pone un hábito masculino y por lo tanto pasa a ser considerada un monje eunuco, bajo el nombre de Eugenio.
Ganó gran renombre dentro de su monasterio gracias a su poder para curar a los enfermos. La Iglesia le dedicó un culto tan poderoso que durante el proceso de rehabilitación póstuma de Juana de Arco (1455-1456), el problema de su hábito masculino se habría resuelto al referirse a la autoridad absoluta que representaba Eugenia. Su santidad no fue cuestionada.
Así, el hábito fue validado por esta referencia histórica. La experiencia de Eugenio/Eugenia muestra que la transidentidad en ese momento sólo podía ser valorada con la sola condición de ser vivida por personas castas, virtuosas, angelicales.
¿Ya conocías a algunas de estas personalidades trangénero?
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