La violencia contra las mujeres tiene repercusiones profundas, no solo en el ámbito físico, sino también en el psicológico y emocional.
Desde ansiedad hasta estrés postraumático, las consecuencias pueden ser devastadoras si no se identifican y abordan a tiempo.
Y justo por eso es que aquí exploramos los efectos psicológicos de la violencia al tiempo que te damos algunos consejos prácticos para iniciar el camino hacia la sanación.
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas de la violencia contra las mujeres?
La violencia de género impacta gravemente la salud mental de las mujeres, afectando su bienestar emocional y capacidad para relacionarse con el mundo.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), las mujeres que han sido víctimas de violencia tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión y un 42% de probabilidades de desarrollar trastornos de ansiedad.
Entre las principales consecuencias psicológicas se encuentran:
- Ansiedad: Se manifiesta en nerviosismo constante, dificultad para concentrarse, insomnio y miedos irracionales.
- Depresión: Una sensación persistente de tristeza, pérdida de interés en actividades y una baja autoestima.
- Estrés postraumático (TEPT): Revivir el trauma a través de recuerdos intrusivos, pesadillas o una hipervigilancia constante.
- Sentimientos de culpa y vergüenza: Muchas mujeres internalizan la violencia, creyendo erróneamente que son responsables.
Un estudio del Journal of Interpersonal Violence encontró que las mujeres que han sufrido violencia prolongada experimentan alteraciones en el sistema nervioso, lo que afecta su capacidad de regular las emociones y manejar el estrés.
Consejos para la recuperación emocional
La recuperación emocional requiere tiempo, apoyo y recursos adecuados. Mira lo siguiente que estamos seguras te será de gran ayuda:
1. Busca ayuda profesional
Acudir a un psicólogo o psiquiatra especializado en trauma es clave para entender y trabajar las emociones derivadas de la violencia.
La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser especialmente eficaz en tratar el estrés postraumático y los trastornos de ansiedad.
2. Prueba el mindfulness y meditación
Practicar mindfulness ayuda a centrarte en el presente y reducir la ansiedad. Según un estudio de Harvard, esta práctica disminuye la actividad en la amígdala, el centro del cerebro responsable de las respuestas de miedo.
3. Fortalece tu red de apoyo
Hablar con amigos, familiares o un grupo de apoyo puede aliviar el peso emocional. En nuestro país, organizaciones como el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Línea de la Vida (800 911 2000) ofrecen acompañamiento y recursos para mujeres en crisis.
4. Escribe tus emociones
El journaling (escritura terapéutica) es una herramienta poderosa para procesar pensamientos y emociones.
Estudios publicados en Psychological Science demuestran que escribir sobre experiencias traumáticas mejora el bienestar emocional y reduce los síntomas de TEPT.
5. Establece límites y prioriza tu bienestar
Es fundamental aprender a decir “no” y alejarse de personas o situaciones que perpetúan el daño emocional.
Esto no solo protege tu salud mental, también refuerza tu autonomía y autoestima.
Hablar sobre la violencia sufrida es el primer paso para sanar. Y claro. ¡No es fácil!
La recuperación emocional es posible con el apoyo adecuado, herramientas prácticas y un compromiso personal por priorizar tu bienestar.
Recuerda. Tu salud emocional es tan importante como tu salud física. ¡Actúa hoy para iniciar tu proceso de sanación!