Claudia Sheinbaum, presidenta de México, expresó su profundo pesar por el asesinato del sacerdote Marcelo Pérez Pérez, ocurrido el domingo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. El hecho ha suscitado una ola de indignación y preocupación dentro del país, especialmente en el contexto de la creciente violencia que afecta a diversas comunidades.
El sacerdote Marcelo Pérez, conocido por su labor pastoral y y como defensor de los derechos humanos, fue asesinado al salir de ofrecer una misa; esto en circunstancias que aún están siendo investigadas.
Sheinbaum condenó enérgicamente el acto y aseguró que se está llevando a cabo una investigación exhaustiva para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.
“…Estamos coordinándonos para poder avanzar en la investigación y que este crimen no quede impune…”, expresó durante si conferencia matutina.
De acuerdo con medios de información, la violencia contra figuras religiosas ha aumentado en nuestro país, lo que plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la impunidad en el país.
Sheinbaum subrayó la importancia de coordinar esfuerzos entre las autoridades locales y federales para abordar este caso. Afirmó que “no habrá impunidad” y que se están tomando medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos y líderes comunitarios.
La presidenta también hizo un llamado a la sociedad para mantenerse unida frente a la violencia.
Es un hecho que el asesinato del padre Pérez no solo resalta la vulnerabilidad de los líderes religiosos, también refleja una crisis más amplia de seguridad en nuestro país.
La comunidad católica y otros grupos sociales han expresado su preocupación por el aumento de la violencia y han pedido acciones concretas para proteger a quienes trabajan en favor del bienestar social, y claro, a la sociedad en general.