La reforma al Poder Judicial en México, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha generado un intenso debate en el país.
Esta iniciativa, que busca transformar la judicatura al permitir que casi 7,000 jueces sean elegidos por voto popular, ha sido aprobada en la Cámara de Diputados y se encuentra a un paso de ser ratificada en el Senado, donde solo falta un voto para su aprobación definitiva.
La propuesta de reforma tiene como objetivo principal democratizar el sistema judicial y combatir la corrupción que, según López Obrador, ha permeado en el Poder Judicial. No obstante, sus críticos advierten que esta medida podría politizar la justicia y poner en riesgo la independencia judicial, un pilar fundamental del Estado de derecho.
La reforma contempla que todos los jueces, desde los de menor rango hasta los miembros de la Suprema Corte, sean seleccionados mediante elecciones.
Las exigencias para postularse como juez se han reducido, permitiendo que cualquier persona con una licenciatura en Derecho y cinco años de experiencia pueda ser candidato, sin necesidad de exámenes formales.
De ahí que entre las personas que han marchado en contra de la reforma han manifestado “Jueces de carrera sí. Jueces políticos no”, “Ni charro ni fifí. Soy mexicano y quiero respeto a la división de poderes” y, “Señor senador, detenga al dictador”.
Tras ocho horas de discusión, las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos del Senado aprobaron sin cambios, en lo general y particular, el dictamen de reforma al Poder Judicial, por lo que se turnó a la Mesa Directiva para que el miércoles se discuta en el pleno.
A falta de 1 senador de oposición para asegurar la aprobación de la reforma judicial, Ricardo Anaya, del Partido Acción Nacional (PAN), advirtió sobre la intención de Morena de luchar de que 85 senadores es mayoría (la mayoría de Morena) , y no los 86 como ha sido la tradición basado en la legalidad.
“Eso no lo vamos a permitir”, indicó.
También pidió que Morena y sus aliados dejen de presionar a legisladores de oposición para hacerse del voto que les hace falta, punes, señaló que estos han recibido hasta presión por parte de las fiscalías locales.
AMLO ha defendido su propuesta argumentando que es un paso necesario para acabar con la corrupción en el sistema judicial. No obstante, muchos temen que la implementación de elecciones para jueces permita la influencia de poderes fácticos, como el crimen organizado, en la selección de candidatos.