En un hito histórico para los derechos humanos y la comunidad LGBTI+, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebró la reciente decisión de México de prohibir las ‘terapias de conversión’, prácticas pseudocientíficas y dañinas que buscan modificar la orientación sexual o la identidad de género de las personas.
La directora regional de ONUSIDA para América Latina y el Caribe, Luisa Cabal, aplaudió la decisión de México, calificándola como un “paso fundamental para garantizar la salud pública y los derechos humanos de las personas LGBTI”.
Cabal destacó que las “terapias de conversión” no tienen ninguna base científica y, por el contrario, causan graves daños físicos y psicológicos a las personas que son sometidas a ellas.
Un ejemplo a seguir para el mundo
La ONU hizo un llamado a todos los países para que sigan el ejemplo de México y prohíban las “terapias de conversión”.
“Es hora de poner fin a estas prácticas nocivas y discriminatorias que no tienen cabida en una sociedad justa y equitativa“, afirmó Cabal.
La prohibición de las “terapias de conversión” en México representa una victoria histórica para la comunidad LGBTI+, que durante años ha luchado por sus derechos y por el reconocimiento de su identidad.
Esta medida significa que las personas LGBTI+ en México estarán protegidas de estas prácticas dañinas y podrán vivir una vida libre de discriminación y violencia.
¿Qué son las ‘terapias de conversión’?
Las “terapias de conversión” son prácticas pseudocientíficas que buscan modificar la orientación sexual o la identidad de género de las personas.
Esas prácticas no tienen ninguna base científica y pueden causar graves daños físicos y psicológicos a las personas que son sometidas a ellas.
Las ‘terapias de conversión’ pueden incluir
- Terapia psicológica: Esta terapia puede incluir técnicas de aversión, como el condicionamiento negativo, que asocian la homosexualidad o la transexualidad con experiencias desagradables.
- Terapia hormonal: Esta terapia puede incluir el uso de hormonas del sexo opuesto para intentar cambiar la orientación sexual de una persona.
- Cirugía: Esta cirugía puede incluir procedimientos como la orquiectomía (extirpación de los testículos) o la vaginoplastia (creación de una vagina) para intentar cambiar la identidad de género de una persona.
Es importante recordar que las “terapias de conversión” no tienen ninguna base científica y no son efectivas para cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona.
Juntos podemos construir un mundo más justo e inclusivo para todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género.