Qué es la tiroides y cuáles son sus enfermedades

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Enfermedades repiratorias
Enfermedades repiratorias

La tiroides, esa pequeña glándula en la parte frontal de nuestro cuello, juega un papel crucial en la regulación de los metabolismos de nuestro cuerpo a través de la producción de hormonas tiroideas. Estas hormonas viajan por nuestra sangre y llegan a cada célula de nuestro organismo para realizar su función. Sin embargo, a veces el tiroides puede tener problemas y aquí te contamos de qué se trata.

El hipotiroidismo, el trastorno más común, ocurre cuando el tiroides produce menos hormona de la necesaria para el buen funcionamiento del cuerpo. Suele afectar especialmente a las mujeres de mediana edad y después del parto. Los síntomas más importantes incluyen cansancio, dificultades para concentrarse, sensación de frío y, en ocasiones, aumento de peso. Sin embargo, debemos tener en cuenta que muchas otras enfermedades pueden causar síntomas similares, por lo que es importante realizar una sencilla prueba de sangre para diagnosticar esta enfermedad.

 

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Entonces, ¿se puede prevenir el hipotiroidismo? ¡Claro que sí! Como dicen por ahí, “más vale prevenir que curar”. Especial atención merece el tratamiento del hipotiroidismo durante el embarazo. Durante las primeras 12 semanas de gestación, el feto depende por completo de la hormona tiroidea de la madre, por lo que es fundamental un suministro adecuado de esta hormona. Por lo tanto, durante el embarazo se recomienda realizar al menos una prueba de función tiroidea lo antes posible, incluso antes de considerar la posibilidad de quedar embarazada.

En cuanto al pronóstico, debemos saber que las enfermedades del tiroides son frecuentes y, en general, se pueden confundir con otros trastornos como la depresión o la ansiedad. Afortunadamente, son enfermedades fácilmente tratables. Si tienes dudas, lo primero que debes hacer es acudir a tu médico para realizar las pruebas necesarias que permitan un diagnóstico preciso y, posteriormente, recibir el tratamiento adecuado. En el caso del hipotiroidismo, el tratamiento consiste en tomar hormona tiroidea, lo que llevará a la resolución de todos los síntomas. Por lo general, este tratamiento debe seguirse de por vida.

Ahora, hablemos del hipertiroidismo, que es menos común. En este caso, la glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea. Los síntomas incluyen sudoración, taquicardia, cansancio y, en ocasiones, pérdida de peso. El tratamiento se basa en una medicación específica que se administra durante varios meses y luego se suspende para evaluar si la enfermedad ha sido resuelta. En caso de que persista, existen otras opciones de tratamiento, como la administración de yodo 131, que puede llevar a una cura definitiva.

En cuanto al bocio, este trastorno se caracteriza por el agrandamiento de la glándula tiroides. Puede tener un componente hereditario, ser causado por deficiencia de yodo (que es raro en la actualidad) o tener una causa desconocida en la mayoría de los casos. En el pasado, el tratamiento para el bocio solía ser con hormona tiroidea.

Sin embargo, en la actualidad, este enfoque se utiliza con poca frecuencia debido a los posibles efectos secundarios asociados con dosis altas de hormona tiroidea. El bocio puede estar asociado con hipotiroidismo, hipertiroidismo o un funcionamiento normal de la glándula tiroides.

Revisión de tiroides
Revisión de tiroides

Para monitorear su tamaño, se realiza una ecografía que permite evaluar con precisión si ha habido cambios. Si el bocio es grande y causa molestias al tragar o respirar, el tratamiento puede implicar la cirugía para extirpar parte o la totalidad de la glándula tiroides y luego reemplazar su función con hormona tiroidea, al igual que en el caso del hipotiroidismo.

Otra afección relacionada con el tiroides son los nódulos tiroideos, que son pequeños bultos que pueden formarse dentro de la glándula tiroides. La mayoría de los nódulos son benignos, pero si tienen un tamaño considerable o ciertas características sospechosas en la ecografía, puede ser necesario realizar una punción con aguja fina para analizar las células y descartar la presencia de cáncer.

El seguimiento de los nódulos tiroideos se realiza mediante ecografías, y en caso de que la punción sea sospechosa, se pueden eliminar quirúrgicamente. Es importante destacar que los nódulos tiroideos son extremadamente frecuentes, afectando hasta un 40% de la población según algunos estudios, pero la mayoría son pequeños y benignos.

Por último, aunque menos común, el cáncer de tiroides ha experimentado un aumento en su incidencia en los últimos años. Sin embargo, en general, tiene un buen pronóstico si se trata adecuadamente y a tiempo. En algunos casos, puede ser necesario administrar yodo 131 para eliminar pequeños restos microscópicos que no pueden ser eliminados solo mediante cirugía. A diferencia de otros tipos de cáncer, la quimioterapia no se utiliza de forma habitual en el tratamiento del cáncer de tiroides.

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