El Día Mundial del Trastorno Bipolar se celebra el 30 de marzo de cada año, con el objetivo de aumentar la conciencia y reducir el estigma asociado con esta condición de salud mental.
Es una enfermedad mental que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por episodios alternantes de manía y depresión, con períodos de estabilidad entre ellos. La manía se describe como un estado de ánimo elevado, impulsivo o irritado, y la depresión se caracteriza por sentimientos de tristeza, desesperanza y falta de energía.
Este día busca educar a las personas sobre los síntomas y tratamientos disponibles para esta condición, y también proporcionar apoyo y esperanza a aquellos que viven con ella. Es importante recordar que el trastorno bipolar es una enfermedad real, y que aquellos que lo padecen no son responsables de sus síntomas.
Bipolaridad en México
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se estima que en México hay alrededor de 2 millones de personas que padecen trastorno bipolar.
Además, según datos de la Secretaría de Salud, el trastorno bipolar es la causa del 5% al 10% de las hospitalizaciones psiquiátricas en México.
El trastorno bipolar también se ha relacionado con un mayor riesgo de suicidio. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), México tiene una tasa de suicidio de 5.2 por cada 100,000 habitantes, y se estima que entre el 25% y el 50% de los suicidios están relacionados con problemas de salud mental, incluyendo trastornos bipolares.
Es importante destacar que estas estadísticas pueden subestimar la prevalencia del trastorno bipolar en México, ya que muchas personas pueden no estar diagnosticadas o no buscar tratamiento debido al estigma asociado con la enfermedad mental y la falta de acceso a servicios de salud mental.
El diagnóstico del trastorno bipolar se basa en una evaluación completa de los síntomas por parte de un profesional de la salud mental. Se realiza generalmente mediante la entrevista clínica, en la que se evalúan los antecedentes médicos, los síntomas actuales y la duración de los episodios.
Además, pueden utilizarse escalas de valoración y pruebas de laboratorio para descartar otras causas médicas de los síntomas. Los síntomas del trastorno bipolar pueden variar entre las personas, pero generalmente se clasifican en dos tipos de episodios:
- Episodios de manía o hipomanía: estos episodios se caracterizan por una sensación de euforia o irritabilidad, hiperactividad, falta de sueño, pensamientos rápidos y grandiosos, comportamientos impulsivos y riesgos, y aumento de la autoestima y la autoconfianza.
- Episodios de depresión: estos episodios se caracterizan por una sensación de tristeza profunda, falta de energía, pérdida de interés en actividades placenteras, cambios en el apetito y el sueño, pensamientos negativos y de suicidio, y sentimientos de inutilidad y desesperanza.
Además, el trastorno bipolar también puede incluir episodios de estabilidad entre los episodios de manía o depresión, en los que la persona se siente relativamente normal.
Es importante tener en cuenta que el trastorno bipolar puede ser difícil de diagnosticar porque sus síntomas pueden confundirse con otras condiciones de salud mental, como la depresión o el trastorno de ansiedad. Es importante buscar la opinión de un profesional de la salud mental si se experimentan síntomas similares a los mencionados anteriormente.
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