En la actualidad se habla mucho de las relaciones tóxicas y de aquellas señales que pueden ser la alerta para que reconozcas ese tipo de dinámicas negativas, pero en esta ocasión vamos a darle la vuelta y enfocarnos en las relaciones sanas.
Cuando todas esas red flags que abundan en redes sociales no se encuentran en tu dinámica de pareja, ¿podemos hablar de una relación sana? Pues la verdad es que no necesariamente, el que no veas rasgos altamente tóxicos no habla con certeza de un equilibrio sano.
Por eso es bueno identificar los rasgos específicos que te indican que te encuentras dentro de una relación saludable que aporta cosas muy positivas a tu vida.
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Señales de que tienes una relación sana
Hay respeto: No todos pensamos igual ni actuamos igual, el respeto se da cuando entre personas distintas existe una comprensión y aceptación mutua. Pueden compartir sus opiniones el uno con el otro a pesar de que no sean ni parecidas y eso no genera conflicto alguno.
Existe una comunicación asertiva: Decir aquello que sientes y a la vez escuchar lo que siente el otro parece fácil, sin embargo, es difícil conseguir llegar al punto en el que dos partes de una relación se comuniquen asertivamente sin ponerse a la defensiva. Cuando el miedo a ser juzgado, los reproches por lo expresado y la vergüenza no forman parte de tu comunicación de pareja, es muy buena señal.
Equidad: Generalmente se confunde con igualdad, pero eso no es posible porque nadie es igual a otra persona, así que la búsqueda ideal es la equidad. Cuando existe el equilibrio todo parece fluir de la mejor manera. La equidad da lo justo a quien lo necesita.
Comparten aún en soledad: La codependencia es una actitud muy negativa y seguro sabes reconocerla, pero qué pasa cuando aun teniendo una pareja, puedes ir y venir sin ella. Cuando eres capaz de realizar tus actividades sin compañía y te sientes bien, has logrado algo complicado. Una pareja no tiene que hacer todo agarrada de la mano, eso no significa que no compartan el uno con el otro.
Conflicto con solución: Ninguna pareja está libre de discusiones o de conflicto, somos personas y nos atraviesan un montón de emociones complejas cada día. Eso no quiere decir que debas vivir en guerra, pero sí existirán situaciones en las que perderás la paciencia o tengas alguna molestia. Lo importante es no estacionarse en ello, llegar a puntos de acuerdo y hacer un esfuerzo por alejar los sentimientos negativos siempre te hará crecer como persona. Si tú y tu pareja hacen este tipo de cosas, felicidades porque buscan mejorar constantemente de manera individual y también juntos.
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