Dar el paso a la independencia y salir de casa de tus papás puede ser uno de los momentos más difíciles, pero al mismo tiempo, más emocionantes de la vida. Cualquiera que sea el enfoque que le des, va a pasar, tendrás que tomar tus cositas e irte a hacer una vida fuera de la seguridad conocida hasta ahora.
Comenzar la vida adulta es un gran reto, será el examen en el que pondrás a prueba todas esas herramientas y conocimientos adquiridos a lo largo de los años. Ya sea que tengas menor o mayor experiencia o edad, esta nueva etapa te va a resultar muy compleja.
¿Se siente feo? Sí, un poco. Incluso hay personas que al irse del nido, experimentan sentimientos encontrados; por un lado la emoción de comenzar algo nuevo mezclado con culpa por dejar solos a sus padres.
La noticia es que te van a extrañar, pero tampoco demasiado. Existen varios estudios que señalan que los padres se sienten muy felices, cuando los hijos se van de casa. Así que toma tu maleta y no te sientas mal, este es un paso natural, sano y muy necesario.
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Te vas, ¿solo o con roomies?
Actualmente hay muchas personas que optan por vivir con “roomies”, es decir, uno o varios compañeros de vivienda. De acuerdo con dadaroom, sitio especializado en enlazar roomies, esta manera de independizarse facilita enfrentar los gastos como la renta, servicios, comida y mantenimiento.
Es un modelo en mucho auge dentro de las grandes ciudades como la Ciudad de México, en el que vivir con roomies ha ido en crecimiento de unos años para acá:
- 65% recurre a vivir con roomies para reducir costos.
- 61% encuentra roomie por recomendación de amigos.
- 57% encuentra roomie por medios digitales.
- 39% encuentra roomie por redes sociales.
- Los Millenials, son los principales usuarios de esta modalidad.
Claro que es una buena opción para solventar los gastos de una vida adulta y eso está muy bien. Pero, ¿recuerdas esas cosas que te chocaban de vivir “en familia”? Pues al vivir con roomies, encontrarás muchas de ellas, otra vez.
Resulta que si compartes una vivienda con otras personas; no vas a hacer lo que se te dé la gana, ni a la hora que tú quieras, pues habrá acuerdos colectivos que se tendrán que respetar.
Hay que lavar los platos, respetar el espacio de los demás, pagar el gas, el internet, la luz, el agua, además de llegar a acuerdos para las visitas, la fiesta, el ruido, la comida y muchas cosas más. ¿Te recuerda a algo?
Vivir en libertad y en independencia
Vivir con otros para compartir los gastos es una buena opción hoy en día, sin embargo, hay cosas que debes tener claras para que este modelo de cohabitación, no se interponga en tu madurez e independencia.
Toma en cuenta lo siguiente, para que logres ser libre e independiente realmente, aunque estés viviendo con roomies:
- Aunque compartan un espacio, nadie está a tu servicio y tus necesidades no están por encima de las de los demás.
- Si tienes que limpiar: limpia. Ya no están tus papás que hacían por ti esas cosas que no querías hacer por ti mismo.
- Paga a tiempo. Tienes un compromiso, así que intenta ser puntual y responsable con los pagos. Si te confías a que hay otras personas en la casa o a que pueden “aguantarte” unos días, solo replicarás la tutela, hazte cargo de lo tuyo.
- Piensa muy bien antes de elegir a cualquier roomie, es mejor que compartas espacio con personas afines a ti, si sus rutinas son similares, sería lo ideal. No quieres tener que estar escuchando lo mismo que en tu adolescencia; baja el volumen, apaga la luz, ¿vas a cocinar a esta hora?, la puerta se cierra a las once, etc.
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