Hablar de sexualidad es hablar de salud integral. Para el pleno desarrollo físico y emocional, todos debemos satisfacer necesidades básicas como el deseo de contacto, la intimidad, la expresión emocional, el placer y el amor. Todo esto comprende la sexualidad y debe ser explorada de forma responsable en cada etapa de la vida, incluida la adolescencia, que es el momento en el que los adolescentes definen algunas características de su personalidad.
Según la Asociación Mexicana para la Salud Sexual, la sexualidad es una dimensión que hace a una persona un ser humano. Se basa en el género, la orientación sexual, la reproducción, el erotismo, la vinculación afectiva y el amor.
Puede expresarse en forma de deseos, fantasías, pensamientos, actitudes, prácticas, roles y en relaciones afectivas. También la sexualidad es el resultado de la interacción de factores psicológicos, biológicos, religiosos y culturales. Dentro de esta, se encuentra la sexualidad responsable.
La sexualidad responsable significa ser cuidadoso en la toma de decisiones personales sobre el cuerpo y sobre el momento en que son compartidos los momentos de intimidad. Además de las pláticas necesarias al interior de la familia, la información sexual también puede ser fortalecida en las clases escolares.
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La Organización Mundial de la Salud considera que la adolescencia se da entre los 10 y 19 años de edad. Es un periodo de crecimiento que se produce desde la niñez y poco antes de la edad adulta. Si bien un menor de edad no puede tomar ciertas decisiones, la familia y la escuela tienen un papel importante para informar sobre ciertos temas, en este caso, la sexualidad.
Al hablar de sexo con un joven, es necesario hacerlo con los términos correctos para que él o ella sean influenciados de manera positiva y segura para que puedan tener un desarrollo sexual pleno e íntegro.
¿Qué hacer para que el adolescente tenga una sexualidad responsable?
1 – Hablar con naturalidad
El tema del sexo no debe ser presentado como un tabú o como algo malo. Si crees que llegó el momento de hablar con algún hijo o pariente joven, los temas deberán tratarse como algo natural y sin ningún tipo de prejuicio.
En caso de que no se tenga toda la información a la mano, pueden recurrir a algún profesional de la salud como un psicólogo o médico para que la charla sea más lúdica e informativa.
2 – Informar sobre métodos anticonceptivos
Hablar sobre los métodos anticonceptivos que existen hoy en día es importante para evitar el contagio de Enfermedades de Transmisión Sexual y embarazos no deseados. Los adolescentes deben conocerlos y saber cuáles existen para que los puedan utilizar y así eviten tener malas experiencias.
3 – Saber decir no
Debe dejarse en claro a los adolescentes que podrán iniciar su vida sexual siempre y cuando sean situaciones lícitas. Debe dejarse en claro que ninguna persona puede presionarlos para realizar actividades que no quieran, incluidos amigos y parejas. En este caso, los familiares deben tener buena comunicación para conocer lo que pueda alterar a los jóvenes.
4 – Respetar la orientación y preferencia sexual
La orientación sexual se trata de quien te atrae y con quién quieres tener relaciones. Las orientaciones sexuales incluyen gay, lesbiana, heterosexual, bisexual y asexual. Si un adolescente tiene inquietudes sobre estos temas, lo ideal es no hacer burla, no cuestionar de más y no tratar de reprimir estos rasgos de su personalidad. Si en casa no se sabe abordar estos temas, se pueden acercar a terapeutas sexuales y psicólogos.
Estos algunos puntos que padres, tíos y familiares deben tener en cuenta al momento de hablar de sexo con algún adolescente. Recuerda que ante cualquier situación siempre se recomienda visitar a especialistas para que puedan proporcionar un diagnóstico profesional.
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