Es verdad que cada persona tiene una ideología y pensamiento distinto. A eso se le llama diversidad y es una característica propia de la humanidad. Sin embargo, suele ocurrir que cuando una persona se topa con otra que no comparte sus creencias, gustos o preferencias, se generen choques de pensamiento y, en casos drásticos, se desencadenan discusiones acaloradas.
Ante estas situaciones, la Organización de las Naciones Unidas estableció cada 16 de noviembre, desde 1996, como el Día Internacional para la Tolerancia. El objetivo primordial de la fecha es erradicar y solucionar los problemas que existen a nivel mundial y que son originados por la falta de compatibilidad de pensamientos e ideas.
Se trata de respetar al otro y entender que todos somos diferentes.
La tolerancia es considerada uno de los valores morales principales para que las sociedades convivan en armonía y sin conflictos de ningún tipo. La característica principal de la tolerancia es respetar los gustos, creencias, ideologías, religión y pensamientos que no son del agrado de los demás.
Por su parte, la UNESCO la define como un elemento moral, político y legal que debe estar presente en todos los tipos de relaciones sociales de los individuos, para que las comunidades del mundo de cada región sean respetadas.
Definitivamente la tolerancia es fundamental para la vida en sociedad. Una persona tolerante es aquella que acepta opiniones o comportamientos de la gente que no piensa igual que ella.
¿Cómo combatir la intolerancia?
Si bien erradicar la intolerancia suena algo complicado, existen acciones que las naciones deben tomar para garantizar la seguridad y el respeto de todos. También, desde tu comunidad, puedes hacer acciones para generar un cambio en el pensamiento de las personas con las que convives a diario.
1 – Infórmate
Una de las mejores formas para eliminar la intolerancia es estar informado sobre los acontecimientos del mundo. Ver noticieros o leer artículos informativos y de opinión ayudan a crear un panorama más amplio de las situaciones. Así tendrás una opinión sobre cierto tema, y si alguien no coincide contigo, no habrá mayor conflicto.
2 – Marco legal
Aplicar las leyes correspondientes ante crímenes perpetrados por odio o distintas formas de pensar es exclusivo de los gobiernos. Si eres testigo o has sufrido algún tipo de discriminación, acércate a las autoridades competentes para que el problema pueda ser resuelto a través de una vía legal.
3 – Educación a niños y jóvenes
Dicen que la educación comienza en la casa y se perfecciona en las aulas de clases. Esto es cierto, y si en tu entorno convives con niños o jóvenes que apenas comienzan a crearse una identidad, lo mejor es informarles que en ocasiones se encontrarán con personas diferentes a ellos.
Así, crearán consciencia y se volverán tolerantes ante situaciones o gente que no comparten su mismo pensamiento o realidad social.
Recuerda que todos los individuos merecen respeto para que la sociedad funcione de forma positiva.
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