Con esta simple receta para hacer tu propio jabón biodegradable, podrás ayudar al planeta al reutilizar materiales y reducir un poco la contaminación. Sin duda, no solamente te encantará el resultado sino que también gozarás de poner un granito de ayuda.
Un litro de aceite usado puede contaminar hasta 40 mil litros de agua potable, además cuando se enfría puede endurecerse y obstruir tuberías, pero existe una manera rápida de reciclarlo y cuidar al medio ambiente.
El jabón será biodegradable por lo que no contaminará el agua cuando lo utilices, será de origen natural y se realizará con el método de saponificación en el que se transformará el aceite en un elemento sólido.
Jabón biodegradable
Ingredientes:
Antes de comenzar se recomienda convertir los litros a gramos.
- 2 litros de aceite usado de cocina
- 2 litros de agua
- 246 gramos de sosa cáustica. Calcula la sosa de la siguiente manera: multiplica 1836 (equivalente en gramos del agua) x 0.134 (índice de saponificación de aceite)
- Colador
- Aceites esenciales
Precaución
- Realízalo en un lugar ventilado
- Utiliza guantes, cubrebocas y gafas de trabajo
- Evita el contacto de las sustancias con ojos y piel
Procedimiento
- Paso 1: Cuando el aceite esté frio debes colarlo varias veces para eliminar las impurezas y restos que puede tener.
- Paso 2: Verte el agua en un recipiente.
- Paso 3: Con mucha precaución agrega la sosa cáustica al agua, nunca debes hacerlo al revés. Remueve con la ayuda de una cuchara de madera hasta que se disuelva y la mezcla se vuelva transparente. No dejes de mover para que suba la temperatura de la mezcla y evitar quemaduras.
- Paso 4: Deja reposar la mezcla hasta que se enfríe, agrega el aceite y sigue moviendo hasta tener una mezcla homogénea.
- Paso 5: Agrega los aceites vegetales, colorante natural o cualquier sustancia para tu jabón.
- Paso 6: Pasa la mezcla en uno o varios moldes
- Paso 7: Espera al menos un mes hasta que solidifique por completo antes de desmoldarlo
Usos del jabón
Es importante recordar que el jabón se puede utilizar sólo para lavar la ropa, platos o trapos, pero jamás en la piel.
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