Mapa de Barmaids: Plataforma creada para visibilizar a las mujeres en la gastronomía

La plataforma inició en Argentina, pero países como: Chile, México, Perú y Uruguay también la han usado, de hecho, se espera que llegue a España.

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Bartender mujer
Foto: Pixabay

Reflejar el trabajo de las mujeres y eliminar las desigualdades de género en el mundo de la gastronomía: esta es la misión del “Mapa de Barmaids”, plataforma creada en Argentina que reúne a cientos de mujeres gastronómicas de toda Latinoamérica.

Esta idea surgió a través del blog Drink Me hace tres años, en el que la periodista argentina, Laura Marajofsky, escribía sobre cócteles y bares nocturnos, y a través de su trabajo descubrió que la presencia de la mujer en este entorno aumenta constantemente, tanto detrás como en las barras o en la mezcla de alcoholes.

“Una cosa que noté es que había cada vez más mujeres. No sólo mapeamos mujeres en su rol de bartenders o de barmaids, sino a todo el espectro de lo que son las disciplinas o las distintas tareas dentro de la gastronomía”, dijo la coordinadora general del proyecto en una entrevista con la agencia EFE.

De la visualización a la conciencia

El mapa tiene un diseño y una estética muy atractivos y actualmente sólo se ensambla en Argentina. Divide a más de 400 mujeres de la industria gastronómica en siete especialidades diferentes: destilados, vino, café, té o mate, cerveza, cocina y emprendimiento, “siete categorías principales”, que incluyen a cocineras, sommeliers y camareras, etc.

La comunidad dentro de la red reúne a miles de personas; no obstante, Marajofsky acepta que considerando el gigante gastronómico argentino, las mujeres que figuran en el mapa representan un “número bajo”, por lo que la idea es incluir la mayor cantidad posible.

“Buscamos desde la señora de más de 50 o 60, que trabajó toda la vida en el rubro, a las chicas que están ingresando, gente joven que se acerca a la gastronomía porque es el primer empleo”, recalcó la responsable principal de la iniciativa.

Al iniciarse este trabajo de visibilidad, Marajofsky y sus otras compañeras empezaron a descubrir “problemas especiales” en el trabajo de estas mujeres, lo que las impulsó a realizar otro tipo de actividades complementarias.

Uno de los más importantes es el desarrollo de un protocolo en cooperación con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en 2019 para capacitar al personal gourmet en caso de discriminación de género. El programa cuenta con más de 60 bares.

“No hay políticas federales integrales ni infraestructura para esto. Tuvimos que salir como actores de la sociedad civil”, asegura Marajofsky sobre esta actividad de “concientización”, a la que se suman otros proyectos de formación con perspectiva de género y de promoción de hábitos saludables en la industria gastronómica.

Una industria retrógrada

Estas mismas tareas educativas en materia de género son especialmente importantes en el mundo de la gastronomía, que es un área “muy peligrosa” donde “el cuerpo se coloca en gran número”.

“¿Cómo puede ser que al año 2021 estemos discutiendo que a una chica no le tienen que tocar el culo en su espacio de trabajo? ¿De dónde viene esto? De que muchas de las personas que hoy dirigen y tienen equipos a cargo son de otra época”, dijo Marajofsky.

Incluso, la coordinadora de “Barmaids y afines” habló sobre un caso que se dio en Argentina, en donde una joven de 24 años denunció ante la Justicia a un famoso chef por acoso sexual.

Según la Encuesta de Género en Gastronomía, la cual se llevó a cabo por la propia plataforma el año pasado, más del 30% de las mujeres de esta industria han sufrido algún tipo de maltrato en el trabajo, y casi el 30% de ellas, han dicho que los abusos vienen por parte de sus superiores o jefes.

“Pareciera que nos estamos dando cuenta ahora. Nunca es tarde, pero indigna un poco que sepamos que estas cosas suceden desde hace años y nadie hace nada”, sostuvo Laura Marajofsky.

También agregó que mientras esperan que llegue el recambio generacional y cultural de la gastronomía, necesitan un poco más de colaboración. Por supuesto no son las únicas, al igual que ella, hay otras comunidades y redes seguras trabajando, pero necesitan que el Estado aparezca un poco más y que las empresas también participen.

Pasos por seguir

Sin dejar de implantar eventualmente el mapa en otros países, el principal objetivo de Laura Marajofsky y sus colegas en Argentina es transformar a “Barmaids y afines” en organizaciones civiles sin fines de lucro para concentrarse en el trabajo silencioso necesario: capacitación, educación e investigación.

“Queremos que esto crezca para no sólo seguirlas visibilizando (a las mujeres gastronómicas), sino poder generar masa crítica y sobre todo volumen político” con el objetivo de provocar “más cambios sustanciales y tener una incidencia concreta en el sector”, agregó Marajofsky.

A través de todos estos esfuerzos, la periodista aspira a lograr un mundo gastronómico más estable, más justo y diversificado, y en todo caso no van a ignorar la “dimensión humanista” que hay detrás de todos sus trabajadores.

Además, los consumidores modifican sus prioridades, y a la hora de decidir dónde tomar o cenar o en el mismo lugar, valoran la igualdad de género: La sostenibilidad del ser humano desde una perspectiva de género” es otro “factor variable en el mundo de la gastronomía”.

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