En medio de la pandemia, Migrante surge como un nuevo espacio gastronómico, para reafirmar el aprendizaje que se obtuvo durante el encierro, donde la cocina y sus procesos cobraron mayor relevancia de la que se tenía. Un paréntesis que invitó a los comensales a preparar sus propios alimentos y retomar buenas costumbres como la elaboración de pan casero.
Es así como Migrante pretende que a través de sus sabores, cada visitante recuerde los momentos maravillosos que vivió durante el confinamiento al ponerse una filipina. Pero la intención no queda ahí, la idea es, que al degustar alguno de sus platillos también se evoquen esos destinos conocidos a través del paladar.
“Migrante no es la reproducción de platillos de otros países, lo que haremos es utilizar técnicas e ingredientes de distintas partes, para hacer otra cocina. Deseamos que todas las personas que vengan a visitarnos, ya sean de aquí o de otros países, se lleven un guiño de su gastronomía”, comparte el chef Fernando Martínez Zavala.
Migrante como resultado del mestizaje
Originario de Michoacán, explica que su herencia culinaria representa el punto de origen, para otorgar a Migrante un sentido de pertenencia y, a la vez, entender la mezcla cultural como un elemento necesario y medular de México.
“Justo Michoacán es una de las regiones mexicanas que puede hablar de la mezcla cultural como base de su tradición, el reconocimiento del mestizaje como identidad y no como un riesgo. No hay una cocina Mexicana, son muchas y justo eso se agradece.
“Eso nos hace más vastos, tener más amplitud, lejos de ser un peligro se vuelve una herramienta maravillosa. Ahí descansa nuestra propuesta, la migración cultural y gastronómica como inspiración principal”, explica Martínez Zavala.
Sobre el menú de Migrante, el chef nos comenta que pretende ser amigable en su estructura, muy versátil, para dar importancia a la técnica y al producto, más que a la receta misma. Sin embargo, no pretenden platillos pretenciosos, sino bien hechos y con sabores globales.
Migrante tendrá una propuesta base, pero contará con una parte rotativa de sabores, de acuerdo al juego que ofrezca cada temporalidad. Dice que esto permite descubrir otras formas de preparar alimentos, mientras surgen nuevos ingredientes para transformarlos con sus técnicas y así encontrar cosas que no se habían visto.
La carta de bebidas es sofisticada y cosmopolita, en cuanto a su coctelería debe ser femenina, atractiva y fresca, sin olvidar los clásicos que siempre gustan a la gente, siempre utilizando productos de temporada.
“Migrante es la manera auténtica de derribar muros gastronómicos. Aquí todo será fresco, habrá buen pan, buena mantequilla, cocina de brasas, de ahumado, moderna y memorial”, comparte el chef.
https://www.migrante-roma.com/
