Recientemente te has mirado en el espejo y notas que tu rostro ha cambiado. También has notado que la piel de tu cara se ha vuelto más fina, más relajada, que tus pómulos están menos redondeados, que tus contornos son menos definidos, quizás incluso la aparición de “papada”. Seguramente para ti es importante mantener firme el óvalo del rostro.
3 pasos para reafirmar el óvalo del rostro sin cirugía
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Duerme boca arriba
Durante la noche, nuestro cuerpo aprovecha el sueño para regenerarse. Las células faciales responsables de la producción de colágeno no son una excepción. Así, prestar especial atención a las condiciones de nuestro sueño contribuye directamente al mantenimiento de la elasticidad de nuestra piel.
Al dormir boca abajo, con la cabeza de un lado o del otro, aplastada en la almohada, nos encontramos con los pliegues de la funda impresos en la piel al despertar. A medida que pasa el tiempo, nuestra piel, al ser menos elástica, tenderá a “volver a ser suave” con el tiempo. Así, dormir boca arriba permitiría una mejor circulación de los flujos y equilibrar nuestra epidermis. Y por tanto tener menos bolsas debajo de los ojos, y no acelerar la formación de arrugas.
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Usar los gestos adecuados para penetrar los principios activos de nuestras cremas: automasaje
Ya no es un secreto, desde hace varios años nos encontramos con un sinfín de cremas hidratantes y antiedad que contienen principios activos como el ácido hialurónico. Usar cremas para compensar la caída de producción de colágeno en nuestra piel es bueno, aplicarlas para que los principios activos penetren en el corazón de la dermis es mejor.
¿El gesto más efectivo? Automasaje. Porque el masaje, ya sea del cuerpo o de la cara, es el arte curativo más antiguo. Activa todo el sistema nervioso y linfático, los vasos sanguíneos, encargados de la correcta circulación de los flujos y la oxigenación. Tocarnos nos conecta directamente con nosotros mismos.
Es posible encontrar en Internet un buen número de videos dirigidos, que van desde la reducción de la papada, hasta la definición de la línea de la mandíbula con simples gestos. Si no te sientes cómoda con el automasaje, puedes empezar con un cepillo limpiador que estimulará y despertará el rostro.
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Estiramientos faciales
Puede que no lo sepamos o lo olvidemos, pero el rostro está formado por decenas de músculos. Las mismas responsables de la fisonomía de nuestro rostro, las famosas líneas de expresión que se hunden en la frente o marcan con amargura el contorno de la boca. La buena noticia es que es posible modificar la movilidad de estos músculos y por tanto rediseñar tu rostro gracias a la gimnasia facial.
Estos ejercicios fortalecerán los músculos de áreas no utilizadas y estimularán la circulación sanguínea. Poco a poco irás recuperando un tono facial, un rostro más abierto, radiante y despierto. Frente al espejo, cada mañana, empezamos el día con una sesión de fitness facial. ¡Suficiente para reafirmar el óvalo de tu rostro sin cirugía!
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