Conseguir un rostro definido y delgado no es una tarea fácil, pero existen trucos que podrían ayudar a lograrlo, por ello, te presentamos una técnica coreana con la cual erradicarás la papada en tan sólo 2 minutos. Así que te sugerimos que sigas leyendo para que la pongas en práctica.
Esta técnica coreana se lleva a cabo a través del maquillaje y su eficacia consiste en la manera en cómo lo aplicas. Así que te explicamos el paso a paso de este sencillo truco si quieres disminuir el volumen debajo de la cara, y lo mejor es que sólo necesitarás de un producto para hacerlo.
Técnica coreana para eliminar la papada
Te sorprenderás cuando sepas que esta práctica de maquillaje sólo necesita de la aplicación de bronceador en la zona del mentón. Debes conseguir un producto que se adapte al tono de tu piel, y claro, tendrá que ser más oscuro para conseguir el efecto sombra.
- Paso 1: Toma una buena cantidad de bronceador y aplícalo en el contorno inferior del rostro, donde se encuentra la papada.
- Paso 2: Para que quede uniforme deberás tomar una esponja aplacadora y así no quedarán líneas de separación.
- Paso 3: Da toques leves hasta difuminar el bronceador, ve en dirección del mentón hacia el cuello sin llegar a la parte donde éste inicia. Así conseguirás el efecto contouring que te perfilará inmediatamente.
Por lo regular, esta técnica coreana se utiliza para momentos en que quieres eliminar la papada, pero no cuentas con mucho tiempo. De igual manera, existen otras formas naturales que puedes realizar. Aunque es importante que sepas que para ello es necesario ser constante.
Desvanecer la papada de forma natural
Si buscas eliminar la grasa en esta zona, te recomendamos probar estas sencillas prácticas que transformarán tu rostro:
- Hidrata tu piel todas las noches con un gel reafirmante mientras realizas masajes ascendentes.
- Mantén una postura recta que no presione la papada.
- Realiza algunos ejercicios faciales a diario.
La causa principal por la cual sale papada es el exceso de grasa debajo de la piel y sobre el músculo, aunque también puede influir la genética, los hábitos alimenticios y otros factores como la falta de actividad física. Por ello, lo más recomendable es realizar ejercicio con frecuencia y combinarlo con una dieta saludable.
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